Mariano Peña

Creo que no hace falta presentación para este señor actor, de tomo y lomo, eternamente conocido por su peculiar papel protagonista en la serie Aida, aunque ni mucho menos el único ya que en la escena sus personajes son de lo mas variopinto y hasta me atrevo a decir difíciles para cualquiera que no tenga un talento ya de fábrica.

Después de bastante tiempo buscando como hacerle llegar la invitación, finalmente ha sido gracias a mi amigo Paco San José que por fin he podido contactar por teléfono con Mariano, y proponerle la portada de este número. La verdad es que ha sido muy fácil, una vez hemos hablado no ha hecho falta mas que buscar el día de la semana que mejor nos venía a ambos y quedar para una sesión en los estudios de Daylight en Madrid.

Ese día llego un poco antes de la hora, ya que debo tener mas o menos todo preparado para luego no perder demasiado tiempo con detalles técnicos, ya que Mariano al terminar conmigo tiene por delante unas horitas de viaje hacia unos días de merecido descanso. Es muy de agradecer que me haya hecho este hueco en la agenda dadas las circunstancias, pero teniendo todo en orden, estoy seguro de que tendremos tiempo sobrado para hacerlo todo y bien.

De hecho le he citado con intención de tener media horita libre previa al trabajo, y así mientras desayunamos un café con churros en una cafetería cercana, poder conectar con la conversación y que la sesión no sea tan fría. Esto a mi modo de ver es imprescindible, a la par que placentero y enriquecedor, por la información extra que siempre aparece y por el vínculo que en muchos casos se crea y que deja una puerta abierta para futuros trabajos.

Tras el desayuno nos ponemos manos a la obra. Enciendo y mido bien las luces, mientras Mariano sentado frente a mi continua con la conversación como si no hubiera luces ni cámara de por medio, esto es justo lo que necesito y ya puedo intuir que saldré, o mejor dicho saldremos los dos satisfechos con el resultado..
Empezamos haciendo una serie de fotos con actitud serena, cambiamos durante un rato a unas pocas algo mas divertidas, y de nuevo volvemos a la serenidad, que en mi método de trabajo es la que mejor me resulta la mayoría de ocasiones. Llegando casi al final del tiempo Mariano me está dejando unas cuantas tomas con una actitud de mirada ante todo limpia y sincera que me parece perfecta, y convencido con ellas doy por finalizada la sesión agradeciéndole la disposición, el talento y emplazándonos a una futura y próxima cita, pero esta vez solo para conversar ante una buena mesa.