Listado de la etiqueta: Retrato

Manuel de Blas

Manuel es un gran actor al que incluyo en la categoría «largo recorrido»
Con tintes de galán en su juventud, carga a sus espaldas  «ni se sabe ya» (así me lo cuenta él) cuantas películas y obras de teatro. La verdad es que repasarlas sería complicado porque, desde luego son muchas las batallas cinematográficas en las que se ha curtido durante mas de 50 años de trabajo.
Hemos quedado en Madrid, él baja en tren desde su casa en la sierra madrileña y yo le recojo en Moncloa para ir a comer juntos antes de liarnos luego con una pactada sesión fotográfica.  A la hora prevista, paro a pocos metros de la estación y llamo para decirle donde he conseguido medio aparcar el coche.
Le veo cruzar la calle perfectamente envuelto en un abrigo con bufanda y gorra, pero aun con el camuflaje le reconozco y le aviso con la mano de mi situación. Lo primero que aprecio, aparte de un aire bohemio y jovial, es una voz inconfundible y una chisporroteante sonrisa en los ojos. Como me gusta esto!
No se como ni de que manera empieza la conversación, pero lo cierto es que nos caemos bien y no pararemos hasta cuatro horas después cuando nos despidamos. Al poco de entrar en el coche me avisa, eso si, de que no suele dar bien en las fotos, dice que no se le da bien esto de posar. Yo que en lo mío también tengo tablas, cambio rápidamente de tema. Lo que quiero ahora es, hablar de otras cosas, comer, tener una buena sobremesa y luego ya si, sacarle jugo a la sesión.
Hemos pasado dos horas sin parar de contarnos chismes y riendo entre deliciosos platos del restaurante de nuestro buen amigo Cipri, pero va llegando el momento de preparar los trastos y empezar con la el trabajo. Como ya es habitual cuando vengo por aquí, utilizo la sala contigua al restaurante para montar mi pequeño set. Aprovechamos este tiempo también para tomar café y hacer alguna llamada, Manuel, divertido, me ayuda a montar uno de los flashes y me habla de algunos fotógrafos que conoció hace años, como por ejemplo cuando le retrató vestido de guardia civil uno de los grandes fotógrafos del S.XX, Jeanloup Sieff.
Si lo llego a saber antes… Después de posar para Sieff, no se que pinto yo aquí
Le he preparado una banqueta frente a mi y allí se coloca aun sin parar de contarme cosas. Voy recogiendo algunas instantáneas mientras habla y dirigiendo, muy poco, la sesión, hasta que encuentro un gesto que me lo cuenta todo con la mirada, esa chisporroteante mirada.
ClicK!!

Arturo Fernandez

Eterno galán de la pantalla y los escenarios, empezó en esto de la farándula casi sin quererlo tras llegar a Madrid desde su Gijón, sin saber muy bien que le depararía el destino. Tras una larga trayectoria profesional, ha demostrado cual era su destino y se ha colocado entre los mas grandes y mas queridos artistas de nuestro país.
Chatín, le llaman sus amigos, por la costumbre que tiene de utilizar continuamente este adjetivo. Es que soy muy malo para los nombres y así no fallo, me confiesa, cuando le pregunto el por qué?
Hemos quedado en el madrileño teatro Amaya. Él ha preferido que hiciéramos esta sesión en el mismo lugar donde está trabajando y solo una hora antes de salir a interpretar su papel en la obra «Los hombres no mienten»
Cuando llego al teatro, en la taquilla pregunto por Arturo, enseguida le avisan, pero en vez de dejarme pasar a su encuentro es él quien sale a recibirme y me acompaña hasta el escenario.
-Que te parece aquí? Pepe, es buen sitio, no? Si necesitas luz, podemos avisar para que pongan mas.
-Excelente, no, no necesito luz. Me lio con ello ya mismo.
El escenario está preparado para la obra, así que procuro no descolocar mucho, no vaya a ser que la lie. Solo muevo un poco un sofá que aprovecho para apoyar un fondo desplegable. No encuentro nada a mano que pueda utilizar para sujetar un reflector en el lugar que quiero ponerlo. Rebusco por detrás del escenario y encuentro una silla plegable que me va a servir de apoyo.
Arturo se ha quedado conmigo durante todo el proceso, aunque le he dicho que no hacia falta, que le avisaría cuando terminara.
Le preparo un asiento delante del fondo e ilumino el lugar con un solo flash. Todo listo Arturo
Se sienta y me confiesa lo poco que le gusta que le hagan fotografías. Yo le tranquilizo diciendo que solo quiero hablar con él, que no quiero que piense en como ponerse, que todo va a ir surgiendo de manera natural. Y eso hacemos, hablar.
Tengo la cámara en la mano, pero no la utilizo aún. Le voy preguntando algunas cosas que me interesan de su trayectoria y al cabo de unos minutos empiezo a hacer alguna toma. Esto va bién, así que sigo hablando mientras disparo de vez en cuando. Al cabo de unos minutos me deja una mirada muy «picara» y reconocible, que no dejo pasar… ClicK!

Maria Garralón

Creo que con Maria Garralón, debo hacer un nuevo hueco en el capítulo de mis entrañables. Si, estos actores, actrices, cuyos personajes forman de alguna manera parte de mi educación y de mi niñez.
Maria es una gran actriz, siempre lo ha sido, con una voz dulce, como su carácter, que enriquece al personaje y enamora al espectador. La hemos visto en famosas series de televisión recientes, mas recientemente aún en el teatro, pero para mi y para muchos otros de mi generación, el personaje que con mas cariño recordamos, inevitablemente, es la interpretación de Julia, en aquella mítica serie de los 80, «Verano Azul»
Voy a casa de Maria con una común amiga, Hevila, que es quien me la ha presentado. Hevila me ayuda hoy a cargar con algo de equipo para subir al piso donde ya nos espera en la puerta Maria. Entrando en el saloncito y mientras descargo, pregunto si no le importa que allí mismo prepare lo que necesito para la sesión.
-Claro, Pepe, donde quieras, me contesta. Queréis tomar algo?  Son las 5 de la tarde, por lo que nos apuntamos a un café y un té respectivamente. Maria desaparece unos minutos mientras yo charlando con Hevila termino de prepararlo todo.
Vuelve Maria con una bandeja donde además de la bebida caliente hay una caja de pastas que ya si que hacen que me desentienda del todo de las fotos y me dedique a la tertulia que se crea alrededor de todo aquello.
Después de casi una hora de cómoda charla, nos ponemos al fin a lo que hemos venido. Tengo todo listo hace rato así que solo necesito que Maria se siente, me mire y me cuente cosas, mientras yo disparo mi Hassel. Me gusta cuando el retratado mira con curiosidad a través del objetivo y ahora Maria lo hace. Su mano se acerca a los labios creando un punto fuerte en el encuadre y… ClicK!

Gracia y Sole Olayo -Las Veneno-

Gracia y Sole son gemelas, actrices y humoristas con trayectorias artísticas individuales y extensas. Pero juntas… juntas son mas conocidas como «Las Veneno»
Ha sido a través de Enrique Villen, durante una conversación en Twitter he reconocido a Gracia y por supuesto que no he dejado escapar la ocasión. Enrique, dile a tu amiga que pose para mi, te importa?
Gracia al poco se ha unido a la conversación, recuerdo algo así como, «no sé que estáis tramando pero me apunto».
-Solo quiero hacerte un retrato Gracia, le digo.
-Vale! y por que no hacemos la foto con Sole, mi hermana gemela
-Claro! estaría genial.
Dicho y hecho, la cita queda marcada para unos días después, en su casa.
He dado unas cuantas vueltas alrededor de su casa, buscando donde dejar el coche, que no me pille muy lejos del portal ya que arrastro algunos bultos. He encontrado un parking cercano y llego al portal en el mismo momento que Gracia, que para poder saludarme con un beso, tiene que ayudarme liberandome de uno de los bultos.
Después de avisar por el telefonillo de nuestra llegada, subimos juntos en el ascensor y alli está Sole esperándonos con la puerta abierta.
Me invitan a pasar e instalarme en un luminoso salón con preciosas vistas sobre Madrid. Me parece bien, solo tengo que mover un poco una mesa y tengo el espacio perfecto para poder trabajar. Manos a la obra.
Es la hora del café por lo que durante el montaje también me invitan a uno y mientras, me cuentan divertidas anécdotas de la vida de gemelas y sus trampas. Incluso en el teatro; pero eso es ya de otra historia.
-Ya lo tengo, chicas. Estoy preparado!
-Como lo vamos a hacer Pepe? Como nos ponemos?
Coloco dos sillas juntas de manera que puedan sentarse y acercarse la una a la otra. Busco la complicidad de las gemelas y asi se lo hago saber.
Empiezo a disparar mientras cambian pose y gesto una y otra vez. Les pido que se junten aun mas, lo hacen y miran con mucha serenidad la una y picardía la otra, hacia mi objetivo.
Entonces… creo que… lo tengo.  Click!

Malena Alterio

Desde el salto que la llevo al reconocimiento masivo en Aqui no hay quien viva, creo que no ha parado de aparecer en películas, series y programas de televisión. Es una gran actriz y una mujer que cae simpática nada mas verla, o por lo menos a mi siempre me lo ha parecido. Tengo ganas de conocerla personalmente, sobre todo porque hemos gestionado este encuentro durante tanto tiempo, que ya no veo la hora de tenerla delante de mi objetivo. (Gracias Majós)
He quedado con Malena en su casa, en un céntrico barrio madrileño. Según voy acercándome al portal voy temiendome lo peor en cuanto al aparcamiento, es una zona realmente imposible para ello y además no encuentro ningún parking cercano.
Como llevo bastantes cosas, si no aparco cerca no se como lo voy a hacer.
Dos vueltas alrededor de la manzana y nada, que no hay manera. A la siguiente pasada me detengo un momento delante del portal y la llamo por teléfono.
-Malena, estoy aqui abajo, pero es que no hay manera de aparcar y traigo mucho equipaje. Me ayudas?
-Claro! Espera que bajo ahora mismo.
En apenas dos minutos Malena aparece en el portal y se ofrece a cuidar de mi equipo mientras yo regreso, ya sin carga, a la aventura del aparcamiento.
De regreso, ya en su casa, mientras voy preparando escenario y equipo, ella me ofrece algo de beber. Yo le acepto un té.
He tenido que desplazar algún mueble pero ha sido cosa de muy poco y en seguida tengo todo listo.
Antes de empezar, prefiero sentarme con ella en la mesa del salón a terminar el té mientras charlamos. Ella también se ha apuntado a lo del té
Nos ponemos manos a la obra unos minutos mas tarde. Ella está sentada afrente a mi. Yo también me siento y la observo un momento para comprobar que la luz me gusta. Está todo bien. No me levanto y desde allí mismo empiezo con algunas tomas cercanas, tiene muchos registros y en cada movimiento encuentro una buena foto.
Posa de manera muy desenvuelta aunque me confiesa cierta verguenza a la cámara de fotos.
Me alejo un poco y cojo una toma mas larga. Disparo algunas mas, me quedo sin batería y mientras la cambio ella se apoya sobre la pierna y me observa… me parece un encuadre genial cuando vuelvo a mirarla, el negro del pantalón justo en la esquina y la expresión como de curiosidad? resignación? La verdad, no le pregunto, pero creo que es la foto y… ClicK

Jose Maria Pou

Hoy voy a fotografiar a uno de esos actores que tanto me gustan y a los que denomino de «larga trayectoria». Prolífico e incansable trabajador de la escena desde hace creo que unos 45 años. Catalán con carácter, tanto, que es capaz de parar una representacion para recriminar la mala educación de algún espectador con el móvil encendido. Algo que debía empezar a sancionarse de alguna manera, porque sigue habiendo especímenes que parecen disfrutar molestando con el soniquete de su teléfonos.
He quedado con Jose Maria en la agencia fotográfica «Contacto», donde Miguel, su director, me deja un estupendo espacio para trabajar.
Yo he llegado media hora antes y me he preocupado de preparar el escenario, a falta tan solo de algún ajuste de luz que haré cuando le tenga delante.
Bajo de nuevo y me siento en un banco a esperar, ya casi es la hora. Jose Maria aparece puntual y me levanto a saludarle.
-Tenemos tiempo de un café, verdad?
-Claro, vamos.
Entramos en una pequeña cafetería que tenemos enfrente y dedicamos varios minutos a conocernos un poco, entre sorbo y sorbo del negro y aromático liquido. Me cuenta un poco de su ajetreada agenda pasada, presente y futura. Le escucho con atención y solo le interrumpo brevemente para lanzarle alguna otra pregunta.
Media hora después, decidimos que es el momento de subir y ponernos manos a la obra. Enciendo los flashes y observo el efecto, apago uno, muevo el otro. Ilumino cenital y frontalmente con un solo punto de luz.
Su cara me habla con la mirada y con cada una de sus arrugas. Le digo que prefiero los rostros marcados, como el suyo, y que no me gusta quitarles la personalidad retocandolos, asiente y me dice: hombre, claro! con lo que cuesta construir una cara que diga algo, no me lo vas a borrar ahora. Sonrio.
Disparo con Pou sentado, posando a escasos centímetros de mi cámara, consiguiendo unos planos muy expresivos y tremendamente descriptivos de su personalidad.
Después de unas tomas, mientras cambio de objetivo por uno mas largo, le pido que se levante para trabajar ahora de pié. Yo me agacho para contrapicar un poco la toma, él acerca la mano al objetivo, como si quisiera cogerlo… y Click.

Javier Krahe

Cantautor de referencia para muchos dentro y fuera de la profesión. Poeta, irreverente y mordaz. De aspecto quijotesco, aunque poco dado a las fatigas caballerescas ya que según él mismo dice, prefiere emplear sus energías en vivir sin trabajar.
Voy repasando en el coche, alguna de sus canciones mientras me dirijo a la cita con él. Llegando al portal empiezo el reconocimiento y búsqueda de aparcamiento, a poder ser, no lejano donde dejar el coche y transportar luego el equipo sin demasiado sufrimiento; es un dia de calor.
En la segunda vuelta encuentro sitio al lado del portal, muy justo, y delimitado por pivotes de hierro de esos que no puedes ver mientras aparcas. Dejo la huella fehaciente en el lateral de la puerta del copiloto y procedo a descargar el equipo, maldiciendo.
Me recibe en su casa sentado frente a una estantería llena de libros, películas y un televisor, donde está repasando una escena de una antigua película en blanco y negro, que ahora soy incapaz de recordar aunque durante unos minutos conversamos sobre ella.
En el salón, los muebles están ajustados al espacio, por lo que me resulta imposible encontrar un sitio donde montar sin tener que descolocarlos un poco. Le pido permiso para mover lo necesario y ponerme a trabajar.
-Claro Pepe, mueve lo que necesites
No tardo mucho en estar listo, mientras hablamos de cine y música. Antes de empezar con la sesión me enseña también un retrato en blanco y negro, de gran formato, que otro fotógrafo le hiciera hace ya tiempo.
Se sienta frente a mi y enciende un pequeño cigarro puro que me da cierta envidia. Me aguanto, ajusto la luz y empezamos la sesión.
Disparo despacio, dejando tiempo entre disparo y disparo y hablo con él en los intervalos. No posa sino que me observa y analiza aunque no me lo diga, o al menos esa es la sensación que percibo.
A traves del visor conectamos las miradas y veo al Krahe que quiero retratar. ClicK!!

Jorge Blass

Una de mis grandes aficiones, desde siempre, ha sido la magia. Es un arte que he practicado muchos años, donde he hecho buenos amigos y algo que me emociona como a un niño cuando veo como un maestro me encandila con sus efectos de cerca o escena.
Jorge ha sido el niño precoz en esto de la magia en España, el mas joven en conseguir pasar el examen de ingreso en la SEI (Sociedad de Ilusionismo Española), con tan solo 12 años… y desde entonces imparable. No me equivoco mucho si digo que hoy dia es la cara mas conocida en este arte, siempre con permiso del Maestro Tamariz.
Tengo que ir a casa de Jorge hoy, para hacer este retrato. Hemos quedado a las 12 y mientras preparo todo, antes de salir de mi estudio, le hago una llamada de confirmación. Todo OK. contesta, pero para ganar unos minutos me pide que le recoja en el Teatro Compac Gran Vía, de donde sale de una reunión para un nuevo Show. A mi me pilla de paso, así que… acepto.
LLegando al teatro, le pongo un mensaje para que me espere a pie de calle y allí le recojo sobre la marcha. No vive lejos y en pocos minutos estamos aparcando; hemos tenido suerte encontrando un sitio justo frente a su casa.
Desde el salon de su casa hay unas vistas privilegiadas sobre esta zona de Madrid, me paro unos minutos a contemplar esto y respirar el aire fresco en la terraza antes de liarme con el montaje.
Moviendo tan solo una mesita, donde imagino que debe pasar muchas horas cavilando e inventando, encuentro el espacio perfecto para preparar mi escenario. Solo un flash y ajustando bien la distancia con la pared contraria para usarla como reflector consigo una luz que me gusta. Cada día aprendo mas sobre como usar los recursos «in situ».
Ahora le tengo delante y compruebo que efectivamente la luz está perfecta. Empezamos probando con algunos disparos y una baraja en sus manos, utilizamos después una varita mágica y por último nada mas que sus manos de mago llamándonos a la concentración sobre el efecto que está apunto de regalarnos.
Por si acaso, antes de que ocurra… ClicK!!!

Jose Luis Gil

No creo equivocarme mucho si digo que Jose Luis debe ser uno de los rostros mas conocidos de nuestro país, y estoy seguro de que también es el presidente mas recordado y querido, gracias a su personaje de «presidente» de la comunidad durante varios años en las series «Aquí no hay quien viva» y «La que se avecina». Pero Jose Luis es, para quien no lo sepa, un profesional con mas de 30 años de andadura todoterreno en las artes escénicas. Curtido desde joven en el doblaje, donde tiene una interminable lista de trabajos, actor también de cine y teatro y recientemente director con su cortometraje titulado Entre Cartones.
Hemos decidido quedar en un lugar céntrico de Madrid, por comodidad de ambos. Nuevamente he tenido que echar mano de la generosidad de Carlos Sanchez del hotel Wellington donde nos van a proporcionar un espacio para poder trabajar.
LLego con algo de tiempo, para ver el sitio donde montar y preparar el plató antes de que llegue Jose Luis. Conozco bien el lugar, así que tardo poco en ubicarme y montar.
Ya preparado, miro el reloj y me extraña que Jose Luis no haya llegado, ahora dudo de si le di bien la dirección. Le llamo y me confirma que todo OK, está a tan solo unos pasos, viene andando y por eso ha tardado un poco mas. Efectivamente, me asomo a la calle y ya le veo llegar.
Entramos y juntos nos dirigimos al salon privado que el hotel nos ha cedido. Atravesamos hall y cafeteria entre algunos cuchicheos y miradas que creo, no van dirigidas precisamente a mi.
Como tengo casi todo a punto, en pocos minutos estoy preparado para trabajar y mientras conversamos le voy colocando en centro de los flashes. Hablar con él es muy gratificante, tiene una conversación inteligente y
Disparo mi cámara algunas veces, de repente paro y le digo, Jose, igual que Hitchcock tu tienes un perfil muy reconocible, no te importa…? Se ríe, y contesta que no mientras se gira. Rápidamente coloco uno de los flashes frente a él y apago el otro. Tengo una pared detrás que me rebota lo justo, me gusta mucho lo que veo ahora… Click!!
-Lo tengo, Jose Luis
-Ok Pepe. Pues recoge y vamonos, te invito a un café…

Pancho Varona

Dicen las malas y buenas lenguas, que Pancho Varona es la mano izquierda de Sabina. Es mas que posible que así sea, aunque él diga que no, ya que la simbiosis entre ambos parece perfecta, en el escenario y en las largas horas en las que hay que pensar y escribir canciones. De cualquier manera a lo largo de los años ha dejado bien claro que con o sin su amigo Joaquin, él mismo ya es todo un musicazo y ademas una persona entrañable que se ha ganado público y amigos en el trayecto.
Estoy montando y preparando el set en un salón del hotel Wellington, esperando a que llegue. Ya he visto por Twitter, que está al caer, cosa de 5 minutos, ponía. Bueno, lo mío está casi terminado a falta como siempre de pequeños ajustes antes de empezar.
Bajo al Hall y me siento en uno de los sofás a cotillear a la gente que entra y sale mientras le espero. No me da tiempo a cotillear mucho, ya que uno de ellos es Pancho que aparece con un polo negro, barba de varios días y una bolsa en la mano. Tiene el aire de viejo rockero que yo me esperaba, incluso a primera vista me parece verle cierto parecido con Bruce Spingsteen… cosas mías.
-Pancho, le digo mientras me levanto a recibirle
-Eres Pepe? Que tal? Perdona mi retraso tío, ya venia apurado por hacerte esperar.
-Coño Pancho 7 minutos… eso no es esperar.
Subimos juntos al salón donde tengo preparado mi equipo y allí le pido que descanse un momento, no quiero que esto parezca un fotomatón. Sugiero que nos sentemos a charlar un rato, para explicarle lo que quiero hacer exactamente. Se que ha estado muy liado y dudo de si habrá visto alguno de mis retratos antes de acceder a esta sesión o ha venido confiado sin saber que diabluras le esperan. Resulta que si, conoce y ha estado curioseando en mi web, porque me recita de carrerilla varios de los personajes que allí aparecen. Perfecto, entonces solo tengo que darle algunas pequeñas pautas para poder empezar.
Antes de nada, me pide que le eche un vistazo a lo que trae en la bolsa, por si me parece que pudiera quedar bien para la foto. Saca de allí una preciosa camisa de diseño con estampaciones de Los Beatles en blanco y negro, regalo de algún buen amigo.
-Es… “perfecta”… póntela.
Le coloco en una silla y termino de medir. Me pregunta que debe hacer. Nada, ya me encargo yo, tu sigue hablando conmigo. Voy disparando buscando la mirada del simpático «viejo rockero» que he visto aparecer hace unos minutos, abajo en el hall.
Pancho inclina levemente la cabeza, lo justo para descentrar un poco la imagen y… ClicK!!!