Listado de la etiqueta: pepe castro

Alex O´Dogherty

Donde descubrí realmente a Alex y donde nació mi interés por fotografiarle? Pues fue una noche en la que tuve la suerte de ser invitado al estreno de su show «La Bizarrería» al que acudí con otros amigos, sin saber muy bien lo que iba a ver. Allí descubrí que este tipo aparte de sus apariciones televisivas, canta, toca varios instrumentos, cuenta historias y te hace reír sin parar; lo pasé tan bien y me pareció tan distinto que desde entonces lo tengo en mente. Hace pocos días por fin he conseguido hablar con él y como era de esperar poco ha hecho falta para que se preste al reto de posar unos minutos. Así pues días después, ponemos la fecha y vamos allá
Paloma y yo llegamos a su casa, en un tranquilo barrio madrileño, pocos minutos antes de la hora programada y en vez de llamar al timbre en el momento decidimos gastarlos tomando un café y charlando en un bar cercano. Minutos bien aprovechados, por lo menos para mi.
Agotados los minutos y el café, volvemos y tras llamar a la puerta Alex aparece y nos invita pasar a su casa y también su lugar de trabajo.
-Esto está muy lleno dice Alex nada mas cerrar la puerta, a ver donde os viene bien, tengo algo mas de sitio arriba por si queréis mirar.
Aquí es donde hace vida, trabaja y compone, y la verdad es que si, el espacio está aprovechado al máximo repleto de muebles, un piano, batería… Me cuesta decidir de donde sacar esos pocos metros que necesitamos para colocar los bultos y montar luego el improvisado plató portátil. Mientras lo pienso me fijo en las paredes y estanterías llenas de recuerdos en forma de fotos, muñecos, discos, guitarras e instrumentos musicales varios. Por fin decido que el mejor lugar va a ser moviendo un poco una pequeña mesa redonda, apoyando el fondo negro contra el cristal de la terraza y bajando la persiana para evitar transparencias. Con un flash, un rebote y una vez bien organizados, aunque justos, tenemos espacio suficiente para trabajar.
Termino de iluminar mientras Alex sube a cambiarse para empezar cuanto antes pero antes de hacerlo me pregunta si tengo preferencias en la vestimenta. No, no las tengo, le gustan los anillos, tambien los sombreros y esto es lo único que le pido, el resto no me importa.
Con Alex ya preparado y mientras hago un ultimo ajuste Paloma empieza a hacer algunas fotos de makin-of, fotos que luego me vendrán muy bien para ilustrar con ejemplos reales durante algún taller de retrato.
Ahora solo es cuestión de disparar buscando el cuadro y momento justo, Ahora me mira fijamente, le propongo que muestre las manos llenas de anillos disparo un par de veces y si, creo que si, lo tengo.

Pedro Piqueras

Pedro es una de las caras mas vistas y seguidas de nuestro país, por la cantidad de años que lleva en primera linea del periodismo. No solo la cara, tambien su voz es inconfundible y hace ya tiempo que quiero tenerle delante de mi objetivo
He conseguido que nos dedique una parte de la mañana de trabajo en su despacho, en la oficinas de Tele 5 donde según me cuenta él mismo prácticamente vive, ya que llevar la direccion de los informativos requiere a veces mas horas casi de las que dura la luz del día.
Hoy me acompaña Paloma, una buena amiga fotógrafa a la que agradezco que cargue y me ayude con la cantidad de cachivaches que debo desplazar para una sesión como esta. Llegamos con bastante tiempo a nuestra cita y eso me permite aparte de montar el escenario con tranquilidad e ir a por un café de máquina de los que cada día me voy haciendo mas fan, aunque por supuesto sigo prefiriendo el buen espresso de cafetería.
En el mismo despacho y aprovechando el espacio casi como en un juego de tetris preparamos el set y medimos luz para dejar todo a punto, a falta de algun ajuste de última hora una vez llegue Pedro. Cosa ya de poco
Llega poco después de que acabemos los preparativos, y aun con el café en la mano nos saludamos y empezamos una animada conversación, animada entre otras cosas por la coincidencia de que  mi ayudanta, Paloma y él son vecinos sin saberlo hasta ahora, y porque los tres tenemos en común el amor incondicional hacia los perros, de los que todos contamos con mas de uno, y de dos. Realmente es una persona encantadora y extrovertida con una mirada muy característica, que intentaré recoger y capturar en el retrato que vamos a hacer en breve.
Tras una visita a la redaccion que nuestro anfitrión nos brinda para ponernos al dia de como funciona esa maquinaria, pero sin terminar en ningún momento de contarnos cosas, empezamos con la sesión en el rincón preparado para ello. Solo mido y ajusto un poco la ventana de luz y listo.
Ahora tan solo tengo que disparar sin prisa, cada vez que durante la conversacion aparece lo que busco. No hace falta mucho tiempo porque aparece en mas de una ocasión de manera muy natural, y lo aprovecho… CilcK!

Laura Chinchilla

Recientemente he tenido la ocasión de visitar San José de Costa Rica, en un viaje pleno de contenido y actividades programadas por un gran equipo llamado “Fusión Fotográfica” En la agenda llevo también la grata misión de fotografiar a Laura Chinchilla, ex-presidenta y primera mujer en serlo, de ese increíble país.
Tras varios días de intensa actividad fotográfica llega el momento esperado para el cual, Gustavo un colaborador local, nos ha cedido su estudio y equipo. Salvo mi fiel Hasselblad que viene conmigo desde España, todo es amablemente prestado.
Llegamos un par de horas antes que nuestra invitada con el fin de preparar el espacio y la iluminación para que todo quede listo, y así tener un importante tiempo de conocernos antes de empezar a trabajar.
A su llegada al estudio, aún me encuentro ultimando detalles, que ahora dejo ya para más tarde. Pasamos a un saloncito donde hay preparadas una mesa, unas sillas y un pequeño  refrigerio alrededor del cual empezamos a mantener una cordial conversación. Como curioso que soy no paro de preguntar y de escuchar ,sin darme cuenta de la hora larga que pasa en cuestión de lo que me parecen muy pocos minutos.
Allí sentados tomando café y conversando descubro a una mujer de gran carácter decidida, inteligente, y por qué no decirlo todo… muy guapa. Un reto que me propongo afrontar fotográficamente y del que ya voy mentalmente tomando mis notas. Tras este tiempo y una breve sesión de maquillaje pasamos al set donde Dª Laura se sienta ahora frente a mí con actitud abierta, y total confianza confiesa, en el resultado del trabajo que está apunto de empezar. Mi idea, sin decírselo, es precisamente reconocer en este retrato su belleza, pero ante todo esa fuerza y carisma que he descubierto durante el tiempo que ha durado nuestro larga y productiva tertulia-café. Debo poner mis cinco sentidos en ello teniendo en cuenta que repetirlo sería imposible dado los kilómetros que nos separan y la apretada agenda de la ex-presidenta.
La sesión transcurre más tarde manteniendo el mismo hilo conductor, una interesante conversación, y tras unos minutos aparece en un par de ocasiones ese gesto que voy buscando. Disparo cada vez que lo veo dejando continuar la sesión de manera natural y dirigiendo solo sutilmente alguno de sus movimientos hasta que creo tener la seguridad de haberlo conseguido. Ahora sí, pasados solo 20 minutos me parece haber conseguido lo que buscaba y puedo relajarme.
Volveré a San José, pero será a por otro retrato. Este ya está.

Presentación en Madrid de la nueva‬ HASSELBLAD H6D

Alex de la Iglesia

Es una cita muy esperada por mi, ya que llevo intentando retratar a nuestro director mas internacional y creativo casi dos años, en los que por uno u otro motivo, siempre con el denominador común de la agenda repleta de obligaciones, no ha podido ser, hasta hoy que no se como pero accede por whatsap y contesta «vamos a hacerlo de una vez Pepe, que ya está bien»
En un principio, quedamos para tener ese tiempo previo que tanto me gusta, durante una comida, en la que siempre puedo recoger la suficiente información que luego me permita sacar petróleo en la sesión. Supongo que en el cine será algo parecido y que no es lo mismo rodar un plano preparado estudiado y localizado que llegar a un sitio e improvisar cámara al hombro. Pero una vez mas se tuercen los planes y en la misma mañana me comunica que no va a poder ser, así que será express, pero será por fin.
Llego pues a su oficina de Madrid, casi a la hora de comer cargado con mis bártulos y tras preguntar por él, espero en una sala de reuniones, donde entiendo que se habrán trabado muchas de sus películas, hasta que aparece Alex y tras charlar brevemente me deja allí mismo para que prepare mis cosas mientras él termina de despachar algun asunto pendiente. No hace un mes que acaba de presentar su última película «Mi gran noche» y ya está preparando la siguiente, me comenta.
La sala está completamente acristalada por lo que voy a tener que pelear bastante para crear el ambiente, y el no haber tenido ese tiempo previo para conocernos y pensar me hace dudar tambien sobre como colocar la luz y por que lado atacar con ella. Me he fijado eso si, en su camiseta negra con el dibujo del presidente de EEUU convirtiéndose en superman que tengo claro que quiero que asome en el encuadre.
Me decanto por fin por una iluminación ancha, fondo blanco y un plano que permita asomar al Obama superheroe lo suficiente, así que a trabajar.
Con todo listo, me acerco a su despacho reclamando ahora su presencia para terminar de ajustar la luz y en breves minutos empezamos por fin con la tan esperada sesión. Al comenzar recuerdo las palabras de un amigo común que en una ocasión me decía que Alex es como un niño con un Heavy metal dentro, y mientras disparo mi cámara sonrío al parecerme descubrir algo de eso en varias ocasiones. En un determinado momento se adelanta un poco en actitud un tanto desafiante y mira sereno, pero con dureza, con una mirada que atraviesa completamente mi objetivo y se clava de tal manera que no puedo dejarla pasar… click!

Gonzalo de Castro

Gonzalo de Castro

Han tenido que pasar varios meses desde que intenté retratar a Gonzalo por primera vez, hasta esta ya definitiva. La primera, en el teatro de Rojas en Toledo, donde acepta mi reto y en el camerino me recibe minutos antes de salir a escena. Pero después de prepararlo todo, cuando intento empezar con la sesión algo falla y sin poder arreglarlo tenemos que posponer, sin saber cuando podrá volver a ser.
El azar tiene mucho que ver en nuestras vidas y en este caso ha sido el mismo quien sabiamente ha decidido juntarnos en esta otra ocasión, porque esta vez vamos a tener todo el tiempo que necesitamos para conocernos y charlar antes de trabajar.
Le recojo cerca de su casa y vamos juntos hacia el lugar donde comeremos y mas tarde montaremos el escenario-set donde terminaremos lo que hasta allí nos lleva hoy. Por el camino, mientras charlamos, repasa el libro de retratos que llevo en el coche y me sorprende gratamente el énfasis con que lo hace y advierte detalles de cada uno de los allí fotografiados, que a la mayoría le pasan por alto y a los que yo doy tanta importancia cuando retrato. Paso un muy buen rato escuchándole, e insisto en que siga con los que faltan, a la vuelta claro, ya que hemos llegado.
Tras dos horas largas de conversación en las que disfruto enormemente y observo con cuidado todos sus detalles y gestos llega el momento de trabajar. Ahora es un amigo quien se sienta frente a mi y sigue sincerándose, sin apenas darse cuenta de que yo estoy disparando mi cámara de vez en cuando. Tengo que esperar a que sea él quien me escuche cuando yo también cuento «mis cosas» para aprovechar su interés, su mirada, su rostro maduro, trabajado, inteligente.

Miriam Diaz Aroca

Míriam Díaz Aroca

Me siento realmente afortunado de poder dedicarme a lo que me dedico, que es lo que me gusta, y en particular a esta complicada, y para mi, apasionante disciplina fotográfica que es el retrato. El retrato es algo mas que hacer una fotografia, al menos en mi caso, me permite conocer a la persona, disfrutar de su conversación, escuchar sus vivencias, sus avatares profesionales y vitales, aprender de lo escuchado y acumular un sinfín de anécdotas y recuerdos en mi baúl. Todo este aporte extra, hace que cada vez me centre mas en mi trabajo y me ponga como tarea mejorar dia a día, tanto profesional, como personalmente.
Hoy he quedado con otro de esos artistas polifacéticos y enamorados de la profesión que tanto me gustan, por la energía y positividad que desprenden y transmiten.
Estoy esperando sentado, recordándome en mi juventud viendo a Miriam en sus primeras apariciones como presentadora y animadora en programas de entretenimiento infantil, o mas adelante, cuando aparecía en el popular programa «Un, dos, tres» de Chicho Ibañez, cuando suena mi teléfono. Es ella. Aunque hemos quedado en el restaurante de un amigo común, se ha despistado en la ruta y esto le va a hacer retrasarse unos minutos. Bueno, no hay prisa, la tranquilizo, te espero aquí. Sigo con mis reflexiones y me acompaño de una cerveceza fresquita para hacer mas llevadera la espera, que acaba veinte minutos después, cuando aparece sonriente en el vestíbulo del local.
En la mesa el tiempo pasa rápido, Míriam es una persona muy vital, habla de su trabajo con verdadera pasión y como ya he dicho, transmite energía y positividad. Pero sobre todo, me parece una persona profunda y sincera cuando habla, esto me da una primera pista. Quizás sea eso lo que tenga que buscar luego en el retrato
Aunque la conversación es como si nos conociéramos de hace mucho y el tiempo que me dedica se me hace muy agradable, ya tengo ganas de empezar con la sesión. Estamos de acuerdo en ello, así que nos desplazamos a un apartado donde estamos tranquilos y libres de miradas para poder concentrarnos en el trabajo.
Los pocos minutos que tardo en preparar el equipo, me acompaña y observa con curiosidad. Empezamos a trabajar, en cuanto termino de ajustar la luz, ya con ella sentada frente a mi. Míriam mira a la cámara con mucha naturalidad, y mientras disparo me ofrece varias expresiones y gestos de los que saco partido. Me gustan mas, cuanto mas sutiles y serenos, pero es  precisamente en su mirada donde busco esa sinceridad que transmitía durante la conversación en la mesa. Al cabo de unos minutos, serena y sincera, aparece Miriam… ClicK!

Fernando Sánchez Dragó

Cual grupo musical de culto, te apasiona o te molesta pero no te deja indiferente, y en el directo desprende algo que hace que sus adeptos sean auténticos incondicionales. Inteligente conversador, devorador de literatura a un ritmo que aun no acabo de asimilar, (capaz de leer mas de un libro diario) y poseedor de una biblioteca a la que, la mayoría de mortales, nos llevaría mas de una vida despachar. Desde hace años vengo fijándome en Dragó, desde el punto de vista del retratista que soy, o quiero ser de mayor. El azar y unos amigos comunes lo han puesto a mi alcance fotográfico y tras un par de conversaciones de móvil, me invita a visitarle y fotografiarle.
Hemos quedado en trabajar en su casa, por la tarde, a una hora prudente, ya que acostumbra a recogerse pronto. Por un malentendido llego media hora mas tarde de lo que debiera y me disculpo al darme cuenta -no te preocupes, me dice, haz lo que tengas que hacer. Pero por poco que quiera entretenerme tengo tajo para una hora larga, así que saltándome mi protocolo habitual de trabajo,no pierdo ni un minuto y empiezo a prepararlo todo nada mas entrar en el salón.
Aunque nacido en Madrid hace ya unos cuantos, proyecta muchos menos años de los que no oculta tener. Sentado con los pies sobre el sofá me ameniza con su charla el montaje de las luces, tiempo en el que intento recopilar la información que necesito para llevar a buen termino la sesión. Pero simplemente escuchándole, fijándome en gestos, ademanes, y con una personalidad extrovertida como la suya, creo que no habrá ningún problema para ello. Al cabo de unos minutos le pido que se levante del sofá y tome asiento en la silla que le he preparado frente a mi. Ajusto y mido luces y empezamos.
Después de unos cuantos disparos, noto que me falta algo, le pido que se ponga las gafas que tiene en la mano y ahora si, no tarda en aparecer un gesto muy suyo, levantando la mirada por encima de ellas, y entonces… ClicK

Arevalo_foto-pepe-castro

Paco Arévalo

Hay artistas, grandes artistas, y luego hay otros, que además de grandes, marcan una época y pasan a formar parte de los clásicos. Algunos imborrables momentos de auténtica carcajada de mi juventud están claramente asociados a algunos de estos artistas, de manera que no puedo olvidarme de los geniales monólogos de Gila, no puedo tampoco olvidar los sketches de Martes y trece o Cruz y Raya, y por supuesto los chistes de Eugenio y el gran Arévalo, todos ellos clásicos ya del humor y casi de la familia en muchos de nuestros hogares. Arévalo ha marcado, para muchos de nosotros, toda una época con sus chistes y ahora con su inseparable compañero de gamberradas escénicas, Bertin Osborne, recorren todos los teatros del circuito español con las mismas ganas de hacernos reír.
Paco es valenciano y allí vive, pero hoy ha tenido el detalle de venir a Madrid, pasar unas horas conmigo para conocernos, y luego someterse a la indiscreta mirada de cámara y objetivo en una sesión fotográfica.
Le recojo en el hotel Wellington, en la madrileña calle de Velazquez, es casi la hora de comer y en Madrid ya empieza a ser hora punta, por lo que avanzamos despacio entre el denso tráfico. Los minutos del trayecto nos sirven de preámbulo, y aprovecho para ir satisfaciendo mi curiosidad con algunas preguntas sobre su vida y avatares. Llegando a nuestro destino y antes de entrar a la oscuridad del parking le pregunto:
-Paco, tu sabes lo que es un selfie? Quiero hacerme uno contigo.
-Sonríe, saca su smartphone y me contesta: Hombre claro! venga, y lo subimos al twitter ahora mismo, el mío es @arevaloOK, me sigues y yo te sigo.
Tras la inesperada contestación, disparo mi primer click de hoy con el móvil, mientras el coche de detrás pita impaciente. Aparcamos, subimos al restaurante y nos sentamos a la mesa
Comemos, charlamos y pasamos un rato estupendo en lo que puedo llamar mi cuartel general, Silk, el restaurante de mi amigo Cipri, haciendo tiempo para que llegue Andrea, mi ayudante, que se suma luego al postre y café.
Es momento, ahora si, de sacar partido fotográfico al tiempo que Paco me ha dedicado. La zona de copas, vacía durante el día, me sirve como siempre de escenario improvisado y tranquilo para la sesión. Una vez montado todo, coloco un taburete donde se sienta Paco, para así terminar yo de ajustar la iluminación: un solo flash y un reflector malabarísticamente colocado, me es suficiente para conseguir el efecto que quiero. Paco se ofrece a dedicarme varias muecas y gestos muy suyos, que me sirven para ir buscando lo que quiero, algo mas sutil, como ese gesto guasón y simpático tan característico que aparece ahora, y… ClicK!!

Paco-Leon_foto-pepe-castro

Paco León

Paco tiene un pequeño local de trabajo en un céntrico y castizo barrio madrileño. Allí hemos quedado para vernos, y aunque me hubiera gustado tener antes un tiempo extra, como es mi costumbre, donde poder crearme la imagen de lo que voy a hacer y conseguir el ambiente propicio, ha sido imposible. En estos días está bastante ocupado y no ha podido aceptar mi invitación. Ya es bastante, desde luego, que me dedique una horita tal y como tiene la agenda.
Al principio me cuesta ubicar el lugar de la cita. Desde fuera nada lo identifica y al timbre no tengo respuesta, así que esperando no haberme confundido, me quedo delante del número y aguardo pacientemente. No pasan mas de dos tres minutos cuando en la misma puerta para un taxi, justo delante de mi, y de allí baja alguien… que se parece mucho a Paco. Tardo unos segundos en reaccionar y él se me adelanta.
-Pepe? -Si, hola Paco. Ahora si reacciono y nos saludamos con dos besos.
-Te esperaba aquí, pero no estaba seguro. Como no pone nada.
-Si es aquí, vamos, entra.
El motivo de mi extrañeza es que, como él mismo me explica enseguida, viene directamente de la peluquería. Le están caracterizando para una película que empieza a rodar en pocos días, y le han cambiado el look. Ahora Paco es moreno y con el pelo liso. Como iba yo a saberlo?
Una vez dentro y tras un rápido vistazo a las posibilidades del estudio decidimos montar en la salita mas interior, que es la que utilizan para ensayos. Me parece perfecta.
Nos ofrece un café, y aceptamos, como no. Mientras lo prepara y al tiempo que voy conversando y poniéndole un poco al tanto de como suelo plantear las sesiones y lo fácil que le va a resultar, voy montando el equipo tranquilamente. Luego tiene otra cita, pero tenemos casi dos horas por delante.
Con el café a mano sobre una mesita de apoyo y sentado frente a él, le observo para terminar de ajustar la luz, aún dura algo mi sorpresa y me ha cambiado la idea del retrato. Se lo digo, creo que por tercera vez ya, y se ríe.
-Yo tampoco me acostumbro, Pepe. Ademas hasta que no pasen unos días, me han dicho que esto no queda como debe.
En fín, pienso que no hay mal que por bien no venga, y lo extraño se convierte ahora en excepcional. Voy a retratar a Paco con una imagen nada habitual, desde luego.
Seguimos hablando y yo empiezo a disparar como hago siempre, cuando creo que veo la ocasión.  No me gustan en general las poses ni los gestos extremos, me gustan las miradas sinceras, y las sutilezas en el gesto. Ahora Paco me escucha, mientras distraídamente juega con el bigote. Ya lo ha hecho antes y no la he cogido, pero ahora… creo que la tengo… Click!