Eduardo Punset
Alguna vez os habéis preguntado preguntado, con que personajes españoles os gustaría compartir una tertulia? Yo si, y desde luego en mi caso Eduardo Punset ocuparía uno de los puestos de privilegio. Hoy gracias a mi trabajo, de nuevo voy a tener la suerte de conocer a una gran persona, además de incorporarle a mi galería de retratados.
He venido a recoger a Eduardo a su casa de Madrid. Le estoy esperando junto al portal, entretenido con el curioso escaparate de una tienda de antigüedades, donde ademas se entreoye el sonido de una emisora de radio en francés a la que intento coger algunas frases. Sale Eduardo y me saluda con un ¿Como estás Pepe? Le contesto que regular por culpa de la espalda, hoy me está dando el día. Hace un gesto de disgusto y me acompaña hasta el coche.
Durante el trayecto en coche aunque hablando de tráfico y diferencias entre ciudades, ya puedo recoger varias pinceladas artísticas sentenciando la conversación que prometen una interesante velada.
En el siguiente trayecto, el que nos lleva desde la entrada del restaurante a la mesa es interceptado varias veces por admiradores que buscan una foto con él o un autógrafo rápido. Esto debe ser el dia a dia de Eduardo, porque cumplimenta el trámite con agrado y sin prisas.
Ahora si, podemos sentarnos a la mesa, pedir un refresco y esperar a Cipri, nuestro anfitrión. Dejamos que sea él quien encargue el menú para compartir entre los tres al centro y nos dejamos llevar por los asiáticos sabores.
Durante la comida la conversación no tiene un tema concreto pero si un protagonista y sin darnos cuenta apenas le dejamos tiempo para comer tranquilo, mientras escuchamos entre absortos e ilusionados por la soltura con que se maneja en cualquiera de los temas.
Ya casi terminando, Cipri, señalando uno de los platos del centro le dice, Eduardo, va a querer usted un poco mas de esto? Eduardo le mira, mira la mesa sonríe y contesta. Si, pero de todo, por favor.
Durante todo este tiempo de conversación aprovecho también para observar y pensar un poco en como voy a preparar el posterior retrato.
Hoy he preparado el set en un apartado del restaurante en el que no estoy acostumbrado a trabajar y donde ademas tengo algo menos de espacio, pero con algo de ingenio he conseguido un buen montaje y una iluminación perfecta.
Aviso a Eduardo y le coloco en un taburete giratorio donde me resultara muy fácil si en algun momento tengo que cambiarle la postura. Le coloco con un muy pequeño giro del cuerpo y mirando totalmente de frente.
Quiero un primerísimo plano de su rostro.
Disparo algunas fotos, me encanta como ha quedado la luz. Eduardo sonríe frecuentemente y me pregunta si quiero algun cambio en la pose o gestos. Le contesto que lo que busco es una mirada mas severa, una que he visto en la mesa varias veces. Lo entiende y casi me atraviesa con ella. ClicK!!