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Jorge Sanz

Conan el barbaro es una de las pelis favoritas de mi juventud. No se la de veces que la habré visto y me sigue alucinando la escena, casi a cámara lenta en la que el joven Conan queda huérfano http://www.youtube.com/watch?v=Daz5Pc5rXPA. Ese niño era Jorge Sanz.
Unos años, unas cuantas películas mas a la espalda, varias obras de teatro después y gracias a mi amiga Auri, he conocido a Jorge personalmente.
Esta semana se estrena en «El Matadero» de Madrid «Orquesta Club Virginia», una divertidisima obra de teatro basada en la película de Manuel Iborra que Jorge Sanz, E. San Francisco y A. Resines protagonizaron en e 1992. Aquí, en el matadero he quedado con Jorge justo antes de la función, para entre bastidores pasar un rato con ellos y poder inmortalizarle para mi serie.
En cuanto llego al teatro voy derecho a la cafetería dejo los trastos en el suelo junto a la barra y desde allí llamo a Jorge
– Jorge, estoy en cafetería. Donde andas?
-Estoy llegando Pepe, esperame allí, que está llegando también Kike y ya entramos juntos
Es una tarde de junio muy calurosa, mientras espero pido una cervecita para refrescarme un poco y de reojo veo aparecer a Kike San Francisco que va derecho a la barra con la misma idea en la cabeza y un perrillo bajo el brazo.
-Hola Kike, le asalto
-Hola… tu eres Pepe no? Si! ya me ha dicho Jorge que venias.
Veo llegar también a Guillermo Montesinos y casi al mismo momento a Jorge, que viene sudando
-Que tal Pepe? Ya os conocéis, no? Vamos para adentro que nos tenemos que ir cambiando
Entramos por entre bastidores y llegamos a los camerinos. Yo voy con Jorge al suyo y me pregunta si me puedo apañar allí. Perfecto le digo. No necesito mas.
-Pues mientras montas, yo voy a microfonarme y vuelvo enseguida.
Preparo mi equipo ocupando lo mínimo. Aquí mismo luego fotografiaré a Kike, no voy a cambiar todo de sitio otra vez.
Cuando vuelve con la camisa por fuera y antes de abrocharse me pregunta?
-Que te parece Pepe, con camisa o sin ella?
-Mejor sin ella, ya verás… me parece que estoy viendo ya la foto.
Se quita la camisa, se sienta en la silla y yo termino de medir
Apago las luces y solo con la luz de mi flash, empiezo a hablar con él y a disparar mi cámara.
Se relaja hacia atrás  me mira y escucha. Parece un galán del cine negro… ClicK !!

Diego Arjona

Casi todos conocemos a Diego en su faceta humorística por sus monólogos y sus actuaciones en el club del chiste. Pero este tipo de aire un tanto desgarbado y marcado acento andaluz tiene un montón de secretos que me ha ido descubriendo poco a poco. Uno de ellos es su gran pasión por el cine, pero por el cine… de acción.
He quedado con Diego en Madrid cerca de Atocha. Voy a pasar a recogerle y vamos a comer juntos antes de hacer el retrato. Tenemos veinte minutillos de camino por delante y aprovecho para que me vaya contando cosas que me ayuden a conocerle mas. Durante el trayecto me entero de varios proyectos que tiene en mente, que ya tiene rodados varios cortos y que también tiene un largometraje en preparación. Si una peli de acción a lo grande, en la que su mente ya trabaja y que ahora hay que mover a ver si aparece un mecenas. Creo que terminará haciendolo porque ya ha rodado una promo y los fotogramas que he visto prometen.
Llegamos al restaurante de mi amigo Cipri en La Moraleja, mi cuartel general en muchas ocasiones. Subimos entre los dos el equipo y nada mas dejarlo en un reservado y saludar, nos sentamos a comer.
Durante la comida me entero de mas detalles de sus proyectos pasados y futuros, (este chico no para) de mas detalles de la futura película y según me cuenta de todo lo que hace, lo que mas le gusta es dirigir cine.
-Ah! Mira Pepe, te he traído un regalito. (Me regala «ABRACADABRA» un cortometraje suyo en un estuche magníficamente presentado que luego le pediré que me rubrique y en cuanto llegue a casa lo degustaré )
-Muchas gracias Diego. Que bueno!
Pero no ha terminado de contarme todo. También está a punto de publicar un libro, su primer libro, al que ha dedicado muchas, muchas horas y que ha titulado «LOS BRAZOS FUERTES DEL CINE DE ACCIÓN DE LOS 80 Y 90″. Tendré que añadirle a mi libreria en cuanto esté disponible.
Terminamos de comer y sin prisas monto y preparo mi equipo para la sesión de fotos. Durante este tiempo seguimos intercambiando palabras y hablando de proyectos de futuro de uno y otro.
Un vez preparado el plató y medido luces cuidadosamente, siento a Diego en un taburete y con mi Hassel en mano empiezo a disparar. Realizo algunas tomas, planos cortos con bastante fuerza. Me sigue hablando de sus cosas y parece lo tiene todo bien clarito, aquí, en su cabeza. Asi que… CLICK!!

Raquel Martos

Periodista, humorista, creativa, guionista y curtida en mil batallas radiofónicas antes de llegar (casi de rebote, dice ella) a la tele. Hoy día Raquel es muy popular por ser la megasimpática chica de El Hormiguero, programa de gran éxito en A3 conducido por el genial Pablo Motos.
En estas fechas Raquel acaba de publicar su primera novela “Los besos no se gastan” y aprovechamos la coyuntura para proponerle una cita e incluirla en mi serie de retratos. Encantada accede, ahora solo nos queda buscar el momento.
Después de varias semanas de intentos, por fin hemos conseguido hacer coincidir nuestras agendas y quedamos en recogerla Sole y yo junto al Bernabeu, para comer juntos y así charlar y conocernos un poco mas antes de la sesión de fotos. Siempre que puedo me gusta pasar un tiempo de relax con el personaje, antes de hacer un retrato. Esto me permite observar y crear un clima perfecto que luego suele transmitirse para bien en el resultado fotográfico.
En vista de que la hora a la que quedamos es hora punta, salgo un poco antes para no retrasarme y hacer esperar a Raquel en la calle, pero cuando ya estoy en camino me llama y me dice que va muy justa y necesita media horita mas para terminar sus asuntos. Pongo música y atravesamos Madrid despacio pero sin preocuparnos ya por el inevitable atasco .
Aun así llegamos un poco antes que ella y sentados frente al estadio nos entretenemos viendo como montan un escenario en el exterior para alguna actuación. Me llega entonces un whatsapp de Raquel.
-Ya estoy aquí, Pepe , en la esquina de arriba del estadio
-Ya te veo, mira un poco mas abajo! watsapeo yo también, agitando mi brazo.
Montamos en el coche y nos dirigimos a la Moraleja al restaurante de mi amigo Cipri Quintas, que ya es casi mi segunda casa y desde luego mi cuartel general. Llegamos a unas horas en la que nuestros estómagos mandan, así que sin preámbulos nos sentamos a comer y charlar. Raquel resulta una inagotable fuente de información y en vista de que yo la tiro de la lengua, no para de contarnos anécdotas y un poco su vida sin parar de sonreír. Es encantadora!
Ya en los postres Cipri se acerca y se sienta a tomar café con nosotros, momento que aprovecho yo para dejarles a los tres hablando y mientras ir a montar el equipo y preparar la sesión.
En cuanto lo tengo todo listo, reclamo a Raquel que viene con unos “poquititos de nervios”, me dice. Termino de medir luces con ella y le digo que lo único que quiero que haga es ponerse cómoda, hablar conmigo y dejarse llevar, nada mas. Eso la termina de tranquilizar y empiezo a disparar mi cámara.
Como dije antes Raquel es continuamente una sonrisa, así que no cuesta mucho recoger una como esta…ClicK!

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Leopoldo Abadia

Joven de cierta edad, risueño, carismático, viajero y ninja honorífico (ninja pronunciado con jota como dice él), Leopoldo es sobre todo el pater familia de una gran troupe de 12 hijos. Esto ultimo me carga de responsabilidad porque me consta que están todos expectantes por ver el resultado de este retrato, y son muchos para regañarme. Entre ellos hay dos que han tenido gran culpa de este encuentro: Gonzalo, que siempre acompaña a su padre como asesor y representante y Cristina que virtualmente ya me lo ha sugerido mas de una vez.
He quedado con Leopoldo y Gonzalo en el Hotel Meliá Los Galgos de Madrid a media mañana. No tenemos prisa pero tampoco mucho tiempo ya que luego deben coger el AVE y regresar a casa. Hoy voy solo, pero como siempre cargado, por lo que cuando estoy cerca telefoneo a Gonzalo para ver si me puede ayudar con la descarga de útiles fotográficos.
-Hola Pepe, Si! justo al lado del hotel hay un parking. Te espero en la puerta
-OK. Gonzalo en unos minutos estoy allí.
Unos semáforos y 15 minutos mas tarde, casi al mismo tiempo en que aparece Gonzalo, llego al hotel . Bajamos juntos al parking y desde allí cargados subimos a recepción a esperar a Leopoldo que aparece por la puerta, desde la calle muy sonriente y se une a nosotros. Me dicen ambos que estaban deseando conocerme en persona. Me halaga! Soy yo el que evidentemente estoy deseando conocerles y tener este personal y privilegiado espacio de tiempo con ellos.
-En vista de la hora, que os parece si nos tomamos algo antes de ponernos a trabajar? les propongo.
-Claro! vamos a picar algo.
En una cafeteria cercana nos acomodamos para tomar un café con tostada, que se transforma en bocata de jamón con tomate y copa de vino para Leopoldo y lo mismo pero con café para los demás. Este rato lo aprovecho para una primera toma de contacto, preguntando y observando a mi inminente víctima durante la agradable y distendida charla que mantenemos los tres con las bocas llenas.
Minutos después volvemos al hotel donde muy amables nos han preparado una salita de reuniones para que podamos estar solos. Leopoldo sube mientras a terminar de preparar la maleta para ganar tiempo, Gonzalo se queda conmigo mientras monto mi equipo y aprovecha para curiosear e ir recogiendo todo con su videocámara. Leopoldo aparece poco antes de que yo termine y con él sentado en su sitio aprovecho para terminar de iluminar y medir. Le coloco una silla delante para que se apoye en el respaldo y así poder jugar con el movimiento de sus manos dentro del cuadro y voy disparando mi Hassel mientras intento pillarle en alguna toma en la que no esté hablando, porque no para de hablar y reirse.
Poco a poco parece que le llevo a mi terreno y consigo bromeando con él, que me escuche antes de arrancar en otra carcajada que no puede reprimir.
Durante unos segundos me mira: Que me está contando este Pepe, parece decir con la mano en la cabeza… CLICK!

Irene Villa

Aquella niña… si, aquella niña cuya imagen resiste imborrable en la memoria de todos los que como yo ya tenemos algunos añitos. Aquella niña a la que luego hemos visto ir creciendo y luchando con una fuerza que me atrevo a pensar, no está al alcance de cualquiera, ya no es una niña. De hecho, el día que quedo con ella me encuentro ademas de a una guapísima mujer, con la sorpresa de verla embarazada y esperando ilusionada su primer bebé.
He quedado en su casa por la tarde y cuando llego la veo junto al coche en la puerta. Estan descargando unas bolsas, han llegado al mismo tiempo que yo y viene junto con su marido de hacer la compra doméstica.
-Hola Pepe, que tal? Este es Juan Pablo mi marido.
-Que tal Pepe?
-Hola chicos, encantadisimo de conoceos en persona.
Aprovecho que ellos están con la descarga, para hacer yo lo propio con mis útiles de fotografo y juntos nos dirigimos por el jardin hacia la entrada de la casa.  Una vez allí Irene se encarga de proponerme algún sitio donde descargar y montar mi equipo, y de ofrecerme amablemente algo fresquito. Como no necesito mucho espacio, decido montar en un rinconcito a la entrada del salón y allí preparo el mini plató. Ella desaparece un momento mientras yo me preparo y por allí veo pulular a Juan Pablo, pegado al teléfono negociando creo algún asunto de la agenda de Irene.
Yo he montado, como casi siempre  un fondo liso negro, pero al  poco vuelve Irene  y mientras charlamos antes de empezar, me sugiere que ella prefiere el blanco. No me lo pide, solo lo sugiere, pero entiendo que ella va a estar mas cómoda y tardo muy poco en cambiarlo y dar un poco mas de luz a la escena para rellenar y dar mas suavidad a todo, acorde con el blanco.
Juan Pablo aparece de nuevo, esta vez con una videocámara en la mano.
-Pepe, es que estoy grabandome durante todo el día para un documental que está preparando Mabel Lozano y que se titula «Madre», me aclara Irene.
Con todo listo y mientras seguimos hablando un poco de todo, Irene se sienta en una de las sillas del salón que la he preparado delante. Yo empiezo mi trabajo disparando mi Hassel y dandole unas muy pequeñas instrucciones; disparo varias veces mientras ella me dedica una sutil sonrisa y  a la vez una intensa mirada que habla por si sola. CLICK !

Pepe Carabias

Estoy pensando que hay ciertos personajes con los que podría hacer un capitulo aparte titulado algo así como «Los entrañables»; ese tipo de personaje de larga trayectoria del que todo el mundo habla bien y al que todos aprecian. Y sin dudarlo incluiría dentro a este señor bajito y simpaticote
Tengo que decir que me declaro como otro admirador mas de su persona con la cercanía y amistad que me queda después de una sesión de fotos y un café o viceversa.
Hoy viajo acompañado de Patri, una amiga y aprendiz de fotografía que me acompaña y me ayuda con el transporte de todo el equipo.
Hemos quedado en su casa de Madrid una fresquita mañana del mes de enero y llegamos a la hora justa aún después de haber dado un pequeño rodeo por culpa de unas obras. Al llegar llamo al telefonillo y no tarda mucho en contestarme una inconfundible voz.
-Quien es?
-Hola Pepe, soy tu tocayo Pepe… Castro
-ja ja, claro, pasa Pepe.
Enseguida se abre la puerta metálica que nos deja el paso libre y allí detrás está ya esperandonos José Carabias.
-Bueno que tal chicos? Pasad por aquí y os enseño esto para ver donde queréis que nos pongamos. Os parece bien?.. Tengo una bodeguita abajo donde organizo algunas fiestecillas familiares y a lo mejor es buen sitio.
Bajamos con el equipo la escalera y llegamos a un saloncito rustico con una barrita y una chimenea que me parece perfecto para pasar la tarde hablando de lo que sea y tomando una copita. Y claro! por supuesto también para hacer un buen retrato, así que aquí empiezo a montar mis cosas para la sesión.
Al poco aparece Conchi, su esposa que muy amablemente nos ofrece un café y algún dulcecito de los que todavía le quedan de la cercana navidad y nosotros aceptamos de mil amores. Termino de montar y hago una pequeña parada para dar cuenta del café y hablar un poco con Pepe de lo que quiero de la sesión. Le aviso de que en estos retratos me gusta acentuar lo mas posible la personalidad del gesto y que no soy partidario de quitar las  arrugas.
-Ah no! desde luego que no. Mis ojeras ni me las toques que son mías y muy mías.
No podemos estar mas de acuerdo, así que al lio… Se sienta en una mesita baja que le he colocado delante y empiezo a disparar. Como siempre aprovecho para recabar información y anécdotas suyas, que a mi me sirven para conocer mas al personaje y también ayudan a relajar aun mas si cabe la sesión.
El me ha hablado de sus ojeras… mmm… veo una toma en la que todo el gesto de la cara parece dirigir la atención hacia una, y… CLICK

Arturo Gonzalez

Continuando con la saga «Parroquia» esta semana publico el retrato de Arturo, el irreverente y acido compañero de fatigas radiofónicas y mas, de Sergio «El Monaguillo».
Hemos quedado en Toledo Sergio, Arturo y yo en el Hotel AC Toledo, para hacer una fotografía que ilustre su inminente publicación. Aquí vamos a crear una escena graciosa que transmita en clave de humor el titulo del libro.
Yo he llegado una hora antes que ellos para revisar la habitación, montar el equipo, prepararlo todo y poder tomarme un cafetito antes de que lleguen. En el hotel me recibe Maria su simpática directora, que siempre amable conmigo me acompaña a ver la habitación; que por cierto tiene unas vistas que ganas me dan de quedarme allí una temporadita. Una vez preparado todo me voy al Hall a hacer unas llamadas y atender ese cafe que me llama desde hace un rato con su olorcito.
Durante estos minutos Arturo y Sergio me llaman para decirme que están muuy cerca
-Enseguida llegamos Pepe, ya estamos allí, y así llegan por fin al Hotel «20 minutos tarde».
A Sergio ya le conozco pero a Arturo es la primera vez que le veo y me parece un poco mas bajito que en la radio. Entramos para no retrasarnos mucho mas ya que tenemos doble sesión, la de la foto del libro y luego la misión de retratar a Arturo. Sergio al entrar opina como yo y quiere quedarse a vivir aquí.
Como lo tengo todo listo, no hace falta mas que meterlos en la cama (Si! en la cama juntos) y liarnos a trabajar. En este punto me salto todo lo referente a la sesión de cama, aunque tiene mucha miga,  para terminar de redactar lo que ahora interesa, que es el retrato de Arturo.
Una vez terminada la 1ª sesión, monto aparte un set con fondo negro mientras ellos disfrutan de un refresco en la inmensa terraza, y una vez preparado llamo a Arturo de nuevo que viene raudo y veloz. Esto me gusta porque veo que está con mucha y buena predisposición a dejarse inmortalizar cruelmente por mi cámara.
Ahora mi misión es distraerle hablando y preguntando por asuntos que le despisten y relajen su acelerado cerebro para llevarle a mi terreno. Y eso hago dandole también unas pequeñas indicaciones de lo que quiero conseguir y lo entiende bien, porque muy muy poco después le veo esta cara de pícaro que… CLICK!!

Sergio Fernandez (El Monaguillo)

Hoy voy a fotografiar a todo un personaje, Sergio Fernandez, o como todo el mundo le conoce «El Monaguillo», alma mater al 50% junto con Arturo Gonzalez del disparatado programa radiofónico “La Parroquia” en Onda Cero.

La verdad es que el día promete ya que para ello hemos quedado en el restaurante de un buen amigo, que siempre generoso se ha ofrecido a prestarnos su espacio, y como no puede ser menos vamos a aprovechar la visita para comer todos juntos antes de ponernos a trabajar.
Todos? Si, ya he dicho que el día prometía, también viene con nosotros Juanma «El Langui». Tengo ganas de presentárselo a Cipri, se que van a congeniar, así que le he invitado a la comida. Juanma está en una productora en el centro de Madrid y allí le recogemos mi compañero Javier y yo de camino al restaurante.
Yo siempre soy puntual, pero hoy, un atasco y una metedura de pata mía, hacen que lleguemos casi media hora tarde y cuando lo hacemos Sergio ya está esperándonos, se ha autopresentado y allí están los dos sonrientes y dandole al pico. Ya es un poco tarde, todos tenemos hambre, así que nos sentamos a pedir un refrigerio antes de comer. Cipri ha desaparecido atendiendo sus asuntos pero no tarda mucho en volver y sentarse a la mesa con nosotros. La comida se nos pasa casi en un abrir y cerrar de ojos entre platos, risas y una agradable tertulia a los postres, que a mi me sirve también para observar a mi inminente víctima.
Sintiéndolo mucho me levanto de la mesa cuando aun sigue la tertulia, pero tengo que empezar a montar y prepararme para lo que no deja de ser mi el objetivo de esta reunión de hoy, retratar al Monaguillo. Parece que esto pone fin a la velada gastronómica ya que tardan poco en levantarse los demás y seguir con la charla fuera del comedor.
Una vez preparado el set, invito al «Mona» a tomar asiento. El Langui también se sienta cerca de nosotros y bromea con Sergio durante la sesión. Aprovecho para ir haciendo algunas tomas y la verdad es que tengo la impresión de haber captado mas de una buena que guardaré para otra ocasión.
Sergio ahora me mira y abre unos grandes ojos en un simpático y típico gesto suyo… ClicK!

 

Y aqui el video Makin-Of montado por mi compi Javier Bazaga:

Luis Eduardo Aute

Miki Nadal

Recordais los sketchs de humor de Splunge? Si a alguno no le suena, le recomiendo que busque algunos en youtube. Aquí fue donde  hace unos años vi a Miki Nadal por primera vez, pelo desaliñado y aire de gamberro que junto a Florentino FernándezEva HacheQuequéAgustín Jiménez y Patricia Conde hacían un humor que rompía moldes.
Desde entonces no ha parado de trabajar en series, programas, monólogos y ahora también como productor de películas.
He quedado con Miki a media mañana en su casa en el centro de Madrid y para allá que me voy cargado con mis bártulos. Cuando llego doy un para de vueltas a la manzana intentando aparcar, pero es imposible! así que busco un parking cercano y desde allí andando y bastante cargado me dirijo hacia su casa. Como voy bien de tiempo y la hora es la que es, entro un bar que me encuentro al paso y desde allí mientras doy cuenta de una porra y un café, mando un mensaje a Miki avisando de que en 5 minutos estoy allí.
Cinco… o seis minutos después estoy ya en el portal y pulso el botón del portero automático: -Hola Miki, ya estoy aquí  -Hola Pepe, sube.
Cuando subo, me está esperando en la puerta y directamente pasamos a un bonito y perfectamente organizado salón donde por fin descanso dejando todos mis trastos.
-Donde quieres montar Pepe? está bien aquí o quieres ver mas sitios?. -No no hace falta Miki, aquí esta perfecto.
Y allí mismo, solo moviendo un par de cosillas, empiezo a montar  el set mientras hablamos y sobre todo, le cotilleo sobre su vida y asuntos profesionales recientes.
Al poco, ya con todo preparado para la sesión y sin mas preámbulos le siento en su sitio para terminar de medir la luz y poder empezar a disparar mi cámara.
-Que hago Pepe? me pregunta antes de empezar. -Pues la verdad es que de  momento no quiero que hagas nada, solo sigue charlando conmigo, ya te iré diciendo. Después de algunos disparos, le pido que suba una mano para que entre en el encuadre y que piense durante un momento en sus cosas. Me gusta el gesto que pone cuando se apoya sobre su mano y me mira, entonces… CLICK!