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Mar Abascal

Su papel de Pilar en la exitosa y longeva serie Gym Toni ha hecho que en los últimos años Mar Abascal no pase desapercibida para nadie, pero por si alguien aun no lo supiera, no solo pisa escenarios y platós como la gran actriz que es, sino que lo hace tambien como cantante, si, Mar es además una excelente soprano con muchos años de carrera musical a sus espaldas. Por esto hace ya tiempo que tenia ganas de conocerla y por supuesto de fotografiarla para incorporarla a mi ya nutrida galería personal de retratos. Si hay algo que agradezco de esta parte de mi trabajo como fotógrafo, a esta serie de retratos, es el hecho de poder elegir a quien voy a fotografiar en la próxima ocasión, siempre que después acepten mi propuesta, claro. Mar lo hace, aceptando mi reto fotográfico a la primera llamada tras la cual fijamos ya el día, lugar y hora.
Por fin el día elegido y durante el tiempo pasamos conversando alrededor de una mesa previo a la sesión fotográfica, Mar se muestra como es, dejando ver una personalidad desenvuelta y alegre, a la vez que dando la sensación de ser una mujer muy segura de si misma. Hablamos como si nos conociéramos de toda la vida y eso me encanta, y por supuesto ayuda mucho a que ambos vayamos creando el clima perfecto para lo que vendrá después, cuando vayamos al estudio y pongamos definitivamente manos a la obra.
Mientras hablamos me pregunta:
-Pepe, a la vista de todo lo que tienes fotografiado en tu galería, me pregunto, que hago yo aquí?
-Pero mujer, eres una de las caras mas conocidas de la tv y una gran actriz. Como que que haces aquí? Estaba deseando fotografiarte
Mas tarde caminamos juntos los pocos metros que nos separan del estudio, y una vez allí empiezo a preparar escenario y luces, algo sencillo como siempre. Un fondo negro, una luz principal suave, un reflector para rellenar sombras y rebajar contraste, y por supuesto una encantadora y predispuesta Mar son los ingredientes para empezar a trabajar.
-Te importa que ponga música, me encanta trabajar con música? me pregunta.
-En absoluto, todo lo contrario, me encanta
Del bolso saca entonces un pequeño altavoz bluetooth que conecta a su smartphone y enseguida empieza a sonar la música que ambientan los minutos que dura nuestra sesión.
Quiero a una Mar segura y atractiva, no quiero nada forzado y a ser posible nada que ella haya hecho antes, por otra parte tambien quiero dar cierto protagonismo a su melena. No es difícil sabiendo esto que tras unos minutos el resultado vaya siendo casi el deseado y es tan solo cuestión de tiempo y conversación encontrar el momento justo, el click final.

Carlos Herrera

Solo con nombrar su apellido, Herrera, uno ya parece escuchar la mas conocida, reconocida, amada y por ende tambien por algunos odiada, voz radiofónica de este país. Sin pelos en la lengua pero respetuoso y con verbo y gracia, desde hace años entretiene a fósforos y odiadores, afrontando durante las primeras horas de cada día los asuntos mas variopintos del panorama nacional e internacional.
Hemos quedado en un estudio de Madrid una calurosa tarde de junio, no ha sido posible concertar la cita con el tiempo antes de la sesión que a mi me gustaría, pero aun así estoy seguro de que el resultado de la misma será mas que satisfactorio. Tampoco tengo claro aún el tiempo del que vamos a disponer para trabajar, y lo entiendo, porque su agenda diaria y horarios no tienen mucho que ver con lo que la mayoría de nosotros tenemos por costumbre y obligación. Es algo mas complicada . Así pues prefiero tener todo mas o menos listo para cuando llegue, por si el tiempo apremiara poder al menos sacar adelante la sesión sin agobios.
Para el montaje decido a priori usar una luz principal, una de contra y tambien un reflector, para rebajar y contrastar a mi gusto, por supuesto luego lo afinaré todo cuando luego le tenga delante. Estoy precisamente en estas lides, moviendo y midiendo luz, cuando alguien abre la puerta y me avisa, Pepe, tienes ya aquí a Carlos. -Genial!
Lo primero que pregunto tras el saludo es precisamente el tiempo de que disponemos.
-No hay problema Pepe, haz lo que tengas que hacer, me dice.
En vista del regalo y para no liarnos directamente con la sesión, cosa que no me gusta nada, me permito regalarle y hojear con juntos uno de mis libros, un trabajo sobre el Corpus Christi toledano, que sabiendo su enorme afición a las procesiones, me apetece forme parte de su biblioteca. Esto da pié a empezar una conversación que  nos sirve de transición y reconocimiento del terreno tanto para mi, como supongo para él. En este tiempo previo tambien le adelanto como y lo fácil que va a ser esta sesión, y que lo que me gusta de un retrato es la verdad que cuenta el rostro de cada persona, y por que no, los años que hay invertidos en el. Lo entiende perfectamente, y según sus palabras, es por eso que está hoy aquí, aunque no puede evitar preguntarme:
-Y para esto cuantas fotos haces, Pepe? Harás chiquicientasmil
-Pues no, Carlos, no hago tantas ahora lo verás
Ahora si, disparo mi Hassel mientras Carlos posa mirando a cámara con soltura. Le estoy fotografiando si, pero no se por que tengo la sensación de que él tambien me está fotografiando a mi. Unos instantes después saca su teléfono y me dice
-Déjame ahora que te haga alguna yo a ti, de recuerdo.
-Por que no?
Seguimos trabajando, estamos de pié y tras algunos disparos decido acercar una plataforma para proporcionarle un apoyo, al hacerlo las manos entran en el plano cerca del rostro, la mirada es justo la que quiero, directa, pero con cierto aire de picardía… muy del Herrera.
Disparo unas cuantas veces mas y… si, creo que ahora tengo lo que buscaba.

David Amor

Quien no le conoce como Tito? el ingenuo monitor de fitness y ahora propietario del Gym Tony. Él es David Amor, una gran persona, si lo digo de verdad, es que es muy grande, al lado mío por lo menos. Pero ahora en serio, es grande como persona y eso es lo que mas me gusta, humilde, divertido y cabal. Todo esto lo descubro al conocerle personalmente durante una larga conversación el día que hemos quedado para hacer este retrato. Se lo he propuesto hace solo unos días, y la respuesta:
-Que casualidad, hace tiempo que quiero tener un buen retrato. Vamos a hacerlo, Pepe
Así pues, una vez de acuerdo, cerramos fecha y como punto de reunión intermedio elegimos la madrileña plaza de Las Ventas. Este día recojo allí a David y a mi ayudante y buena amiga Paloma, y juntos vamos al lugar de la sesión donde tendremos tiempo para picar algo y charlar antes ponernos a trabajar. Tiempo esencial y para mi el mejor recurso sin el cual me resulta algo mas complicado llevar adelante una sesión con certeza de éxito.
Terminado el ocio, Paloma y yo preparamos el escenario y las luces mientras David, que aunque se ofrece a ayudar no le dejamos, nos observa entre curioso y divertido.
Preparo una ventana como luz principal, un reflector de apoyo al otro lado, y una luz de contra lateral y algo recortada para marcar la silueta derecha de David. Después de un par de pruebas lo tengo claro y decidimos empezar con la sesión. Paloma con fotos de makin of, y yo concentrado en mi invitado de hoy, David.
Disparo mientras le hablo y pregunto por algunas cuestiones que me he guardado para este momento. David responde tranquilo y se deja llevar, todo va sobre ruedas. Sigo disparando, buscando un gesto y un cuadro cercano. Disparo despacio como si tuviera un carrete de los de antes en vez de una memoria con varios gigas. Al cabo de unos minutos se me ocurre que podría intentar buscar algo de fuerza en la parte baja del cuadro que soporte parte del peso de la imagen final. Le proporciono entonces un apoyo por delante para buscar un marco con sus brazos, y resulta perfecto.
El gesto de David ahora está entre ingenuo y pensativo, pero ante todo me parece muy directo y sincero.
Creo que es perfecto, y me quedo con el.

Angel de Miguel

Gracias a esta profesión y esta especialidad que tanto me gusta, tengo que reconocer mi suerte de poder conocer gente a la que de otro modo sería difícil, como son los artistas de cine y televisión. Hace unas semanas una amiga me propone realizar un retrato al actor Angel de Miguel, a lo que contesto de manera afirmativa, pero confesándole que no se quien es.
-Como no conoces a Angel? Pero Pepe, Angel es protagonista en la serie, «El secreto de Puente Viejo»
-Casi no veo televisión, la contesto algo avergonzado.
De cualquier manera, me encantan los retos y me encanta retratar, así que le pido que por favor busque en su agenda para hacer el hueco para una sesión. Después de informarme sobre el trabajo y trayectoria de Angel me apetece aun mas encontrarme con él, pero les propongo una cita algo mas larga para romper antes el hielo y ayudarme a preparar una idea sobre lo que debo buscar. Estamos de acuerdo y cerramos cita en Silk, mi restaurante favorito de Madrid.
Dias después en el lugar elegido, durante la comida y mientras conversamos veo a alguien que aun consciente de su éxito y popularidad resulta prudente en su conversación y con visión de futuro en cuanto a su carrera. Este mundillo es muy difícil me dice. No puedo estar mas de acuerdo pienso para mi, la vida da muchas vueltas y el futuro siempre es incierto, por lo que hay que seguir trabajando duro y ante todo tener los pies en la tierra. En alguna ocasión entre frases se le escapa una gran sonrisa de la que creo que no es consciente, cuando me cuenta algunos sucesos recientes.
La sesión la tenemos prevista en una sala aparte donde al terminar de comer empiezo a preparar el set, siempre en compañía de Angel que se ofrece a ayudarme en lo que pueda. En realidad es sencillo le digo, abrir un soporte, montar un flash, una ventana, colocarlo así, medir la luz y… ya está. Listo, hagamos una primera prueba.
En los minutos posteriores que ya si dedicamos a la sesión sigo conversando y recordándole parte de lo hablado en la mesa, intentando de manera sutil llevarle hacia esa sonrisa, y por supuesto, sucede y lo aprovecho.

Raphael

Hay algo que me motiva aun mas de lo que ya de por si lo hace el  dedicarme al retrato fotográfico, y es el hecho de además poder practicarlo con personas que son historia viva, modelo de éxito y de trabajo, y que de una u otra manera forman parte de nuestros recuerdos. Ya son muchos los personajes que han pasado por delante de mi objetivo, pero todavía de vez en cuando aparece alguno que me hace despertar este sentimiento. Raphael es uno de ellos, y sus seguidores le son fieles de una manera casi religiosa. Este encuentro ha costado mucho mas tiempo de lo habitual, y mientras se gestaba tenia claro que fuera cual fuera la fecha y lugar, y salvo causa mayor, iba a dejar de lado todo lo que ese dia me ocupase, para no perder la preciada cita.
Hemos quedado en la productora que gestiona su trabajo RLM y hasta allí me desplazo con intención y convencido de que voy a volver con un buen retrato y por supuesto una muy grata experiencia. Una vez allí tengo tiempo de sobra para decidir donde preparar el set para la sesión, y tras un primer vistazo a varias salas que me proponen, me decido por un salón de reuniones en la primera planta ocupado en su mayor parte por una gran mesa que pretendo hacer a un lado en la medida de lo posible.
-Puedes mover lo que quieras, me dice Luis, que es quien me está acompañando, no hay problema. Manos a la obra pues, la movemos entre los dos.
He tenido tiempo sobrado de preparar, medir, cambiar de lugar, volver a medir, y hasta de tomar café, pero de repente escucho desde abajo una voz que avisa a todo el mundo «Rafael entrando» Bueno, pues a prepararnos todos.
No es lo que yo hubiera querido, me hubiera gustado mas tiempo previo pero no lo hay, así que todo esa interacción que tan bien me viene para preparar el terreno y para pensar la mejor manera de encarar la sesión debo sustituirlo por improvisación, pero por supuesto ese reto tambien es un aliciente.
Tras unos minutos con él, Raphael me parece encantador y enseguida da pié a una conversación cercana que llevada con tranquilidad me propicia varias buenas tomas, tiene mucha soltura y no le importa la presencia de mi cámara tan cerca. Yo como siempre, no disparo al azar no me gusta llevarme cientos de fotos que luego no me valen para nada, sino que disparo como siempre cuando veo la ocasión y entre disparos, hablo y escucho.
Ahora comentando alguno de los inolvidables momentos de su carrera, como cuando actuó junto al gran Tom Jones, me sonríe sincero, ya lo hizo antes y no le capturé como quería, pero esta vez si!

Pedro Piqueras

Pedro es una de las caras mas vistas y seguidas de nuestro país, por la cantidad de años que lleva en primera linea del periodismo. No solo la cara, tambien su voz es inconfundible y hace ya tiempo que quiero tenerle delante de mi objetivo
He conseguido que nos dedique una parte de la mañana de trabajo en su despacho, en la oficinas de Tele 5 donde según me cuenta él mismo prácticamente vive, ya que llevar la direccion de los informativos requiere a veces mas horas casi de las que dura la luz del día.
Hoy me acompaña Paloma, una buena amiga fotógrafa a la que agradezco que cargue y me ayude con la cantidad de cachivaches que debo desplazar para una sesión como esta. Llegamos con bastante tiempo a nuestra cita y eso me permite aparte de montar el escenario con tranquilidad e ir a por un café de máquina de los que cada día me voy haciendo mas fan, aunque por supuesto sigo prefiriendo el buen espresso de cafetería.
En el mismo despacho y aprovechando el espacio casi como en un juego de tetris preparamos el set y medimos luz para dejar todo a punto, a falta de algun ajuste de última hora una vez llegue Pedro. Cosa ya de poco
Llega poco después de que acabemos los preparativos, y aun con el café en la mano nos saludamos y empezamos una animada conversación, animada entre otras cosas por la coincidencia de que  mi ayudanta, Paloma y él son vecinos sin saberlo hasta ahora, y porque los tres tenemos en común el amor incondicional hacia los perros, de los que todos contamos con mas de uno, y de dos. Realmente es una persona encantadora y extrovertida con una mirada muy característica, que intentaré recoger y capturar en el retrato que vamos a hacer en breve.
Tras una visita a la redaccion que nuestro anfitrión nos brinda para ponernos al dia de como funciona esa maquinaria, pero sin terminar en ningún momento de contarnos cosas, empezamos con la sesión en el rincón preparado para ello. Solo mido y ajusto un poco la ventana de luz y listo.
Ahora tan solo tengo que disparar sin prisa, cada vez que durante la conversacion aparece lo que busco. No hace falta mucho tiempo porque aparece en mas de una ocasión de manera muy natural, y lo aprovecho… CilcK!

Carlos-Iglesias_foto-pepe-castro

Carlos Iglesias

Llevo varios días intentando crear un nuevo post, últimamente me faltan horas en el día para cerrar todos los frentes que insensatamente voy abriendo, pero hoy parece que la jornada me da un respiro y tengo la tranquilidad suficiente para hacerlo. Un poco de bossa, y me pongo a ello.
He quedado con Carlos en la plaza de la Moraleja, ya que es un lugar que los dos conocemos y cercano a donde vamos a comer para conocernos antes de la sesión fotográfica. Llego yo primero, hace calor dentro del coche, por lo que decido salir y aprovechar una suave brisa que corre, mientras espero y vigilo los coches que van llegando. Suena el teléfono, veo que es él. -Ya estoy aquí, Pepe, me dice. Rápidamente echo un vistazo a la plaza, intentando identificarle en el interior de alguno de los coches que hay allí parados, pero no lo consigo. -Yo también estoy, le contesto, pero no te veo. En ese momento cambia el tono, y bromeando con el registro de voz de su popular personaje «Benito» contesta, mira pátrás maaacho. En efecto, me ha reconocido y allí está haciéndome señas desde dentro.
Una señora pita algo enfadada porque le bloqueamos el paso mientras nos saludamos. Decidimos que yo iré delante haciendo de guía con mi coche ya que «me conozco perfectamente el camino, que está a solo 10 minutos»
Rápidamente nos ponemos en marcha, arrancamos, me pierdo, quedo fatal, y veinte minutos después llegamos al restaurante.
En la mesa desde el principio prima la cordialidad y, el buen rollo. Hablamos de mi sentido de la orientación, de comida, de amigos, de la familia, de fotografia, y como no, de su nueva película, «Dos francos, cuarenta pesetas» y lo dificil que es dedicarse a este mundo en estos días. Me parece una persona ante todo sincera y muy, muy cercana. A eso hay que sacarle partido… fotográfico. Cipri se acerca casi al final de la comida, y nos saluda, para rápidamente desaparecer en sus labores de director del local.
Estamos ya en ese momento en que o empezamos a trabajar o nos vamos a echar la siesta. Decidimos que lo primero es lo mas sensato, o no, pero nos ponemos a ello.
Tengo ahora a Carlos frente a mi cámara, fondo blanco y luz suavemente contrastada. Quiero que por un momento se olvide del actor, del director, hasta del fotógrafo y la cámara, y mire al objetivo traspasandolo con esa sinceridad con la que me ha tenido casi tres horas retenido a la mesa.
Si, así, con esa… Click!

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Blanca Jara

Una de las caras reconocibles de la serie Gran Reserva es sin duda, Blanca Jara. A pesar de su juventud, a sus espaldas cuenta ya con un serio bagaje en películas, teatro y series de televisión, pero tengo que reconocer que ha sido verla recientemente en «El Clavo de Oro» lo que ha hecho que estuviera deseando conocerla y fotografiarla.
Hago las gestiones precisas y días mas tarde quedamos para charlar y comer en el restaurante de mi amigo Cipri, antes de la sesión fotográfica a la que amablemente ha accedido.
Algún problema que ahora no recuerdo le hace retrasarse, pero me avisa de ello por teléfono. Espero repasando algunos apuntes, hasta que unos minutos después la veo entrar en el restaurante y dirigirse hacia mi mesa. Alta, elegante en el andar, larga melena y regalándome una sonrisa desde varios metros antes del saludo con dos besos, son los preliminares, y así la primera impresión que me deja Blanca es la de un soplo de aire fresco, y la promesa de una excelente velada.
Muy despierta y de conversación inteligente, efectivamente la comida se convierte en una charla entre amigos, en la que me siento tan a gusto, que dos horas parecen a penas… diez minutos.
Se que ha llegado el momento de ponernos a trabajar, y aunque me apetece enormemente porque ya hace rato que estoy imaginando su retrato, de alguna manera no quiero dejar la mesa y la conversación que tanto me gusta.
Nos trasladamos a otra estancia y estamos listos para empezar en poco tiempo, tan solo medir y algún último ajuste. Se sienta frente a los flashes y la observo, quiero aprovechar la desnudez de sus hombros, su larga melena mostrar su dulzura y a la vez transmitir esa frescura que me invadió al principio… quizás demsiado para una sola imagen.
Disparo varias veces, la luz me gusta mucho, es suave y perfila toda la silueta contra el negro del fondo. Durante varios minutos sigo conversando y disparando mi cámara. Tengo en la mente ya varias tomas que creo van a servir, pero continúo. Es difícil decidirme por una y algo me dice que lo mejor está aún por llegar.
Efectivamente, poco después parece que todo lo que quiero se conjura en unos breves segundos, que Blanca me regala y yo aprovecho… ClicK!!

Antonio-Medina_foto-pepe-castro

Antonio Medina

Hace unos dias tuve la suerte de asistir a una entretenida cena a la que acudía mucha gente de la farándula y en la que me reencontré con algunos que habían pasado ya por mi fotográfico punto de mira. En la mesa coincidimos entre otros, Antonio del Real, Luis Varela, Pepe Carabias, Javier Elorrieta, Pepe Ruiz, y… Antonio Medina, al que hasta esa tarde no tenia el placer de conocer personalmente. Evidentemente iba a ser mi próximo objetivo en este afán de recopilar y coleccionar caras de la cultura de mi tiempo. Y esta es una cara que desde luego no pasa desapercibida, es uno de los «clásicos»
Así pues, en el transcurso de la velada quedamos para charlar y comer ya solos, unos días mas tarde, cita que por supuesto daría paso a la obligada sesión fotográfica posterior.
Dias después durante la comida, no puedo evitar fijarme en las posibilidades que me va a brindar Antonio en cuanto al retrato. Su cara es muy expresiva cuando habla, y una peculiar sonrisa burlona ilumina el final de muchas de sus frases. Realmente estoy deseando encender los flashes e iluminarle.
La tertulia que sigue se hace muy amena e instructiva, sobre todo porque hablamos de cine, y de eso Antonio sabe. Me hace multitud de referencias a películas y cuenta infinidad de anécdotas vividas con muchos de los grandes de su tiempo, algunos ya desaparecidos. Me encanta escucharle.
Por fin me toca a mi el turno, y en el apartado acordado con el restaurante, preparo mi equipo. Antonio, mientras tanto, se tumba en uno de los bancos con cojines y dedica estos escasos 15 minutos a una fugaz siesta.
Aun a pesar de los años que lleva poniendose delante de cámaras y espectadores, cuando le llamo para empezar, me confiesa cierto reparo a la cámara fija; como tantos otros compañeros, le digo. Pero no te preocupes, y déjame a mi el peso de la sesión, que esto es mi trabajo.
En cuanto empezamos veo como su reparo se disipa a cada disparo y poco a poco vuelve la naturalidad.  Ahora aparte del veterano actor veo al Antonio que ha charlado conmigo hace unos minutos en la mesa, y su sonrisa…  ClicK!

Juanjo Artero

Ha llovido ya desde aquel adolescente Javi de verano azul, donde Juanjo Artero daba sus primeros pasos interpretativos, con gran éxito por cierto. Ahora es un maduro actor, con tablas en teatro, cine, televisión, un actor con muchos registros y con una voz potente, como los de escuela antigua.
Después de habernos visto en un par de ocasiones de ocio y de haber hablado por teléfono, ya no se cuantas, siempre buscando el hueco donde poder vernos con tiempo suficiente, al fin lo hemos conseguido
Después de alguna vuelta, por despiste mío, para variar, llegamos a nuestra cita de esta mañana. Como amante de los perros, el que salgan a recibirme un par de ellos cariñosos, ya me alegra el día y jugueteo unos instantes devolviéndoles el saludo. Juanjo me recibe con un abrazo, nos invita a pasar, y allá que vamos.
Al entrar lo primero que hago es visualmente ubicarme y preparar el espacio donde montar. Sheila ya me va conociendo y sin que le diga nada, empieza a desembalar bártulos. Es media mañana, esa hora en la que si no te agencias un café, parece que te falta algo y además el estomago sutilmente te lo recuerda con algún quejido. Juanjo debe pensar lo mismo, porque pregunta si nos apetece tomar algo. Al unísono y sin vergüenza contestamos que sí, mientras acabamos de montar.
El escenario está preparado en pocos minutos, así que podemos relajarnos antes de empezar. Con un espectacular almuerzo a base de café y tostadas con aceite y tomate, nos sentamos alrededor de una mesa para dar cuenta de ello y charlar. Aquí se nos vá un rato largo, pero interesante y fructífero, ya que el clima que resulta para la sesión posterior, es realmente estupendo.
Al acabar, cambiamos de escenario por el de trabajo, Juanjo bromea con el fondo portátil antes de empezar, con algunas muecas y poses divertidas, consciente claro, de que aún no estoy preparado, que si no… La verdad es que siempre bromea, es una persona cercana y extrovertida, y esto facilita mucho la sesión.
Mientras hacemos unas primeras tomas, «Yeti» pasa un par de veces por entre los pies de Juanjo, como buscando su momento, y como no, se lo concedemos inmortalizandole junto a su amo en una toma.
Seguimos trabajando y tras algún ingenioso comentario, no recuerdo de que, nos dedica una mirada pícara, pero sincera, que aprovecho en un ClicK!