Con nombre que ya denota cercanía, Pepón es un actor de notable presencia en los últimos años en pequeña y gran pantalla al que quiero fotografiar hace ya algún tiempo, pero al que por unas y otras causas no conseguía acercarme. Todo llega en su debido momento me he dicho siempre, y efectivamente cuando por fin consigo localizarle y sin mas le propongo cita y sesión para un retrato, acepta sin dudar, y ponemos la fecha.
El día de nuestra cita, por teléfono y tras indicarle como llegar al estudio le invito a tomar café en un bar cercano, con la intención de tener algunos minutos de conversación llana antes de la sesión.
-No Pepe, ya he tomado hace un momento, nos vemos directamente allí.
Bueno, pues nada, el café me lo tomo con mi buen amigo Felix que hoy como tantas otras veces me presta el estudio y el equipo de luz para estos menesteres fotográficos. Eso si, no debemos demorarnos mucho, porque aun tengo que preparar lo necesario para trabajar con mi invitado de hoy.
Cuando llegamos observo que poco tengo que preparar, ya me tienen casi todo resuelto a falta únicamente claro, de mover alguna cosilla y terminar de poner la luz a mi gusto, y eso no lo haré bien hasta que esté Pepón delante. Como ya es la hora y debe estar a punto de llegar salgo a la puerta a esperarle. Nada mas asomarme le veo aparecer doblando la esquina, teléfono en mano siguiendo las instrucciones del navegador.
Ya estamos aquí, y ahora si, mientras termino de ajustar luces con Pepón delante, conversamos para abrir el ambiente. También aprovecho y repito dosis de café, aunque esta vez es de máquina. No es lo mismo, pero yo ya tengo costumbre y no me disgusta.
Cuando tengo todo dispuesto y hago unas primeras pruebas. Aunque para iluminar estoy utilizando una ventana grande que me proporciona una luz suave, decido crear un ambiente algo mas duro contrastastando bastante el resultado, al alejar el panel reflector que utilizo por el otro lado como único recurso.
Empezamos ahora con una propuesta un tanto seria, intentando una toma muy frontal y gesto sereno, que tras varios disparos la verdad es que no queda nada mal y le sacamos partido ya que
Por lo general en mis fotografías no soy partidario de gestos que distraigan mucho del propio y natural del retratado, pero ahora con Pepón a medida que avanza la sesión intuyo posibilidades que quizás tambien me gusten sin alejarme demasiado del resultado que pretendo. Jugando además un poco con las manos dentro de lo que la cercania del encuadre nos permite, Pepón me regala algunos gestos muy suyos que están dando muy bien en cámara, y que por supuesto aprovecho sin abusar de ello. Minutos después vuelve con algún gesto y fuerzo las manos en la esquina del encuadre pidiéndole que desabroche un botón de la camisa
En este punto es donde centramos la atención durante unos pocos disparos, no muchos, pero es de aquí de donde sale el que queda como retrato definitivo.
Gracias Pepón.