Pedro J. Ramirez
Hay personas que desempeñan su labor tan apasionadamente que no dejan a nadie indiferente. Pedro J pertenece este grupo de personas, apasionadas y seguras de su trabajo, que para bien o para mal cuentan con incondicionales seguidores y con críticos tan incondicionales como los otros. Mediático, carismatico, elocuente y audaz son adjetivos que le definen independientemente del bando desde el que se le mire.
Con la inestimable complicidad de mi amiga la periodista Esther Esteban, hemos conseguido hacerle un pequeño roto en su agenda diaria para ponerle delante de mi objetivo. Parece ser que voy a disponer de unos 5 minutos tras una reunión de la tarde. Intentaré que sean 10 una vez que estemos en el ajo.
Llego a El Mundo con mas tiempo del necesario, quiero tener la certeza de que todo está preparado al 100% cuando aparezca Pedro J, dado el poco tiempo que a priori voy a tener. Como tengo cita concertada, en control avisan de mi llegada y puedo aparcar dentro a escasos metros de la puerta principal. Menos mal, ya que voy bastante cargado para variar.
Cuando llego al mostrador de recepción, Isabel, su secre, ya está esperándome junto a la entrada. Me reconoce rápido supongo que por los trastos que acarreo y me hace señas para que pase.
Le sigo por la redacción mientras me indica que he llegado muy pronto y la reunión de Pedro J aun durará un rato. Lo sé, le contesto, no me importa, prefiero tenerlo todo listo.
En busca del sitio apropiado, Isabel me da algunas opciones y entre ellas decido quedarme con una sala de reuniones amplia y luminosa a escasos metros de su despacho. Preparo con toda tranquilidad y tengo tiempo al terminar incluso de sentarme y contestar unas cuantas llamadas pendientes.
LLega Pedro J. con su atuendo inconfundible y parece que bastante animado. Soy consciente de mis cinco minutos, mas espero que el tiempo de descuento, y como todo está preparado me pongo manos a la obra.
Sentado ahora frente a mi en la silla que le tengo preparada, mientras contesta a una llamada, voy pensando rápido en como encuadrar este retrato.
Desde luego quiero un plano cercano. Opto por un encuadre horizontal que incluya los hombros y deje asomar corbata y los identificativos tirantes. Encuadro y disparo varias veces.
Hablamos… disparo… pregunto… me contesta… disparo… y Pedro J sonríe, siempre sonríe…
Al final, casi 10 minutos… Click!!
Maravillosos los retratos,Pepe! Para los reyes me pido ponerme delante de tu objetivo porque contigo nunca puede salir mal!!!
No te creas Belen. Por muy bueno que parezca un retrato a la gente, el retratado es difícil que se vea en él.
Cada uno quiere verse como se imagina y eso es complicado.
Ya lo decía hace un siglo una gran fotógrafa retratista http://es.wikipedia.org/wiki/Imogen_Cunningham