Millan Salcedo

Cada vez que pienso en Millán no puedo evitar sonreír y recordar alguno de los sketchs, que junto a Josema Yuste y bajo el nombre de Martes y Trece, nos tuvieron muertos de risa durante unos cuantos años.
Hace ya mucho de aquello y ahora cada uno sigue su carrera por separado, pero lo que uno vive de joven es difícil de olvidar y no puedo evitar recordarlos juntos. Sería como ver a Paul McCartney en un escenario y no acordarme inmediatamente de Los Beatles. Si, ya sé, son tiempos pasados pero no puedo evitarlo.
Ahora Millán centra sus energías en los escenarios de los teatros que tanto le gustan con la misma chispa de entonces, y es que es un gran artista y un grandísimo cómico por dentro y por fuera.
Voy en el coche camino de la oficina de su manager, donde hemos quedado, y no puedo evitar ir pensando en todo esto, sonriendo, sin darme cuenta recordando aquellos gags.
Subo cargado de bártulos y en la oficina me recibe simpatiquísima Aurelie, que avisada ya de mi llegada en seguida me ubica en un despacho donde poder descargar y preparar el plató antes de que llegue Millan.
Cuando aparece todavía estoy montando, pero se queda conmigo curioseando y preguntando por algún que otro aspecto técnico fotográfico al tiempo que me da un par de opciones de vestuario.
-Mira Pepe tengo 2 camisas, y que te parece, con o sin tirantes?
-Me parece bien la opción de esta camisa y los tirantes.
Después del pequeño cambio de look y con mi equipo ya a punto, podemos empezar la sesión de fotos. Seguimos hablando de varias cosas, pero yo ya mas preocupado de mi trabajo, enfocar y disparar en el momento oportuno, aunque siempre atento a todo lo que me cuenta sobre próximos trabajos.
Con Millán delante, los momentos para disparar son muchos, no para de hablar y de dedicarme casi sin querer varios de los muchos gestos y muecas de su cosecha. Me cuesta decidirme, pero me gusta tanto, cuando la mirada es intensa y directa a la cámara…
Como esta, ClicK!