Fiorella Faltoyano
Una actriz con los deberes hechos. Así podría describir a Fiorella, creo que sin miedo a equivocarme, porque aunque siempre pensemos que nos queda mucho por hacer, también es cierto que llega un momento en que volviendo la vista atrás puedes ver si por donde has pasado queda alguna huella. Y en su caso es evidente que las hay, hay muchas, y espero que siga habiéndolas durante mucho tiempo.
Fiorella y yo llevamos hablando, ya no sé cuanto tiempo, intentando dar forma al encuentro que por fin, ahora es posible. Espero de este, poder sacar tanto un buen retrato suyo, como una interesante velada con una gran profesional y a medida que voy conociéndola, veo que gran persona.
Para ello hemos decidido darnos, antes de la sesión, el tiempo necesario para conocernos fuera del auricular del teléfono, y uno de los mejores sitios que conozco para este tipo de cosas, es en la mesa de un restaurante.
Llegado el momento, un par de horas mas tarde, los dos vamos al lugar en el que improvisaremos nuestro pequeño plató para hoy.
Es en un rinconcito en el hall del restaurante lo suficientemente reservado para no molestar, donde empiezo a abrir bolsas, mientras pienso como voy a preparar el set, y a iluminar a Fiorella.
Lo que debe proyectar este retrato, lo tengo claro. Durante la comida y la sobremesa me ha demostrado su actitud positiva, y esa va a ser hoy mi búsqueda a través del visor. No creo que sea muy difícil.
Preparo una iluminación ancha para dar amplitud a la cara, con el contraste justo para no perder tampoco el detalle de los años vividos, que por supuesto ella no oculta. Listo para empezar.
Tengo a Fiorella delante, ahora sin la cobertura que proporciona la mesa, pero el tiempo y la charla allí empleados ha hecho que llegado este momento el clima sea perfecto y no haya ningún reparo.
Empiezo con unos cuantos disparos de prueba, en los que solo paro un momento para rectificar levemente la luz principal y continúo sin prisas, disparando solo lo necesario. Ahora Fiorella busca un apoyo que enmarca aún mas su sonrisa, y si, creo que la tengo.
Como siempre ¡un acierto! ¡Enhorabuena!
Besos, Concha
Muchas gracias Concha. Besos de vuelta