Fernando Ónega

Tengo por norma, siempre que la agenda nos lo permita, comenzar mis encuentros con un tiempo en el que mi invitado y yo solemos romper el hielo y en el que a su vez aprovecho para pensar entre otras cosas, sobre como y por donde le iluminaré mas tarde durante la sesión. Hoy sin embargo quiero dejar todo listo para empezar sin demora el trabajo una vez acabemos en la mesa, vamos algo justos de tiempo y prefiero no perder después ninguno con los preparativos. Así pues llego al lugar antes de la hora de nuestra cita y tras ubicarme en una sala que amablemente nos ceden para la ocasión, me pongo manos a la obra. Estoy en plena faena cuando veo entrar a Fernando en la sala donde aun tengo todo a medio montar. Tras el cordial saludo, me disculpo los minutos necesarios para poder terminar y pasar, ahora si, al salón en el que acompañados de un buen vino y algo de sushi, dedicamos casi un par de horas a hablar de lo divino y lo humano.
A la vista de que el ambiente es realmente bueno, y eso para mi es lo principal, tengo el convencimiento de que la sesión será muy productiva, pero ya solo con este tiempo de charla, el encuentro merecido la pena.
De mutuo acuerdo y mirando el reloj, decidimos cambiar de estancia para dirigirnos hacia donde antes dejamos ya casi todo preparado, a falta de algún matiz.
Del salón donde ahora estamos cojo dos sillas, coloco una para Fernando en el lugar que ya tengo medido, la otra es para mi para trabajar a la misma altura. Con él sentado y mientras seguimos conversando, disparo varias veces de prueba. Tengo una ventana grande como luz principal y un paraguas translúcido, como relleno y para quitar la sombra que se proyecta sobre el fondo blanco. Vista la prueba, corrijo un poco el contraste, afino la medición y ahora si, listo!
Mientras disparo voy buscando una actitud serena que creo que le define perfectamente y la encuentro en varias ocasiones que no desperdicio, aun así la sesión continúa hasta tener la seguridad de que entre estas tomas está la que busco.
Cuando dos días después descargo y reviso, me alegra ver que así es. La tengo!

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