Fele Martinez

Pues después de tanto tiempo confinado, mas de tres meses sin poder hacer ningun un retrato, hoy por fin tengo sesión de nuevo.

El problema, porque no todo son buenas noticias, es que el estudio donde últimamente trabajo, que me lo deja mi buen amijo Juanjo Sáez, aún sigue cerrado. En vista de esto, y a la espera del próximo, voy a improvisar estudio y set fotográfico en Transversal Comunicación, la agencia que lleva la comunicación a mi invitado, allí Cristina una de las jefas y buena amiga, me ha buscado un hueco en una de los despachos e incluso se ha encargado de proporcionarme varias cosas para que yo no tenga que cargar demasiado, ya que voy en moto y bien cargado. Lo mas voluminoso, los flashes y sus ventanas han sido prestados por su pareja que también es fotógrafo y ha tenido el buenrollismo de dejármelos. Son un poco antiguos, si (menos mal que yo también) y el montaje es algo complicado también, pero despues de pelearme un rato con ellos, y de tener que salir a comprar un adaptador que falta para poder acoplar los disparadores, los pruebo y funcionan perfectamente que es lo importante.

El invitado que viene hoy a desnudar su alma delante de mi cámara es nada menos que Fele Martínez, si el gran Fele Martinez, solo espero no estar muy oxidado tras este tiempo de ausencia obligatoria. Es broma, tengo tantas horas de recorrido que es como eso que dicen de montar en bicicleta, que nunca se olvida. Además si digo la verdad, estoy deseando empezar.

Fele llega cuando ya he conseguido probar las luces y mientras estoy terminando de preparar y colgar sobre un soporte que me deja Cristina, el fondo de tela negro que si que he traido yo. Bueno, he traido mas cosas, eh!

Fele llega con bastante tiempo porque antes que la mia tiene otra sesión para otra publicación que ahora no recuerdo. Al ser esta menos complicada hemos preferido que la hiciera primero para poder quedarme luego yo con él, el tiempo que sea necesario y sin prisas.

Antes de comenzar aún tenemos tiempo de tomar un café, y eso me viene muy bien, por la cafeína que ya sí que la necesitaba, y por poder conversar con Fele durante un rato, dejarle descansar entre sesion y sesión y empezar luego con un ambiente distinto al de un fotomatón.

Ahora sí empezamos, Fele se desenvuelve muy bien, evidentemente está muy acostumbrado a hacerse fotos y a estar delante de una cámara y de hecho sin darse cuenta me deja sus gestos y perfiles mas típicos a cada disparo sin que yo tenga que decirle nada

Yo siempre prefiero que todo surja con muy poca dirección para que la sesión sea mucho mas natural, pero en realidad esto es verdad solo en parte, ya que transcurridos unos cuantos minutos y ya con el ambiente de verdad me gusta ir ir buscando algo diferente a lo “habitual” Me ha gustado mucho un momento en el que estaba jugando con la barba mientras hablaba conmigo, por lo que de nuevo le propongo que juegue con ella mientras disparo y procuro ser yo quien le tenga entretenido con mi conversación.

La luz me gusta, y el fondo negro aísla y crea un ambiente íntimo que resalta mucho el gesto de la mano y la mirada divertida de Fele, que sin dudarlo aprovecho.