Carolina Bang
Llevaba bastante tiempo con la intención de fotografiar a Carolina. De hecho fue en 2011 en el estreno de La Chispa de la Vida, de Alex de la Iglesia, donde tuve la suerte de conocerla en persona y ese mismo día ya dejamos pendiente la cita para esta sesión, que a priori sería en un plazo mas cercano. Pero como digo siempre, las cosas pasan cuando tienen que pasar, y si antes no pudo ser, estoy seguro de que el momento tenía que ser este y no otro.
He quedado con ella en la oficina de la productora donde el inagotable Alex de la Iglesia germina todos sus proyectos. Ya conozco el lugar por haber realizado allí otra sesión al mismo Alex, hará unos dos años mas o menos.
Es un poco complicado, porque el espacio, una sala de reuniones, es irregular ademas de tener aparte de otros muebles, una gran mesa de cristal y sus sillas que casi lo ocupan todo, dejando muy poco margen de maniobra. Además es una sala completamente acristalada y sin posibilidad de cerrar la entrada de luz directa del exterior. Aún así, ya me arreglé la vez anterior y esta no va a ser menos.
Carolina aparece poco después para saludarme, por supuesto tan guapa como me esperaba, pero vestida completamente de negro. Al observar el contraste del negro con su piel y su cabello, decido resaltar aún más su tez blanca y su pelo rubio utilizando el negro también como fondo y crear un ambiente mas íntimo en la imagen. Ella desaparece tras el saludo y algunas palabras para seguir trabajando en un despacho contiguo, mientras yo pongo manos a la obra y empiezo a crear mi escenario de luz.
Apoyado en un esquinazo y sujeto con una silla, un fondo negro, una cabeza de flash con ventana por el lado derecho, por el izquierdo un fondo desplegado también por la parte negra para cortar la entrada de luz día, y por delante de este fondo un reflector mas pequeño, blanco, para rellenar lo que necesito. E Voilá!
Vuelve Carolina cuando la aviso de que está todo dispuesto, El plano que voy a utilizar es corto, como casi siempre, centrándome mucho en la expresión y abstrayéndome del resto. Mientras termino de medir la luz y teniendo esto en cuenta le doy unas breves pautas de lo que quiero y como gran profesional que es lo entiende a la perfección. Va a ser una sesión de poco tiempo, pero no por ello el resultado tiene va a dejar de ser bueno.
En un momento dado le pido que use un apoyo para jugar con su mano dentro de el, que procure deshacerse de cualquier pensamiento durante unos minutos y que atienda a mi conversación sin nada mas en la mente. Con estas indicaciones disparo mi cámara varias veces de manera tranquila, buscando como siempre algo que me llame la atención y que me atraiga como creador y como espectador. Al cabo de un rato realizo varios disparos entre los que creo voy a encontrar lo que buscaba, y no me equivoco. Ahí está… perfecta, guapísima, Carolina Bang.