Arturo Gonzalez
Continuando con la saga «Parroquia» esta semana publico el retrato de Arturo, el irreverente y acido compañero de fatigas radiofónicas y mas, de Sergio «El Monaguillo».
Hemos quedado en Toledo Sergio, Arturo y yo en el Hotel AC Toledo, para hacer una fotografía que ilustre su inminente publicación. Aquí vamos a crear una escena graciosa que transmita en clave de humor el titulo del libro.
Yo he llegado una hora antes que ellos para revisar la habitación, montar el equipo, prepararlo todo y poder tomarme un cafetito antes de que lleguen. En el hotel me recibe Maria su simpática directora, que siempre amable conmigo me acompaña a ver la habitación; que por cierto tiene unas vistas que ganas me dan de quedarme allí una temporadita. Una vez preparado todo me voy al Hall a hacer unas llamadas y atender ese cafe que me llama desde hace un rato con su olorcito.
Durante estos minutos Arturo y Sergio me llaman para decirme que están muuy cerca
-Enseguida llegamos Pepe, ya estamos allí, y así llegan por fin al Hotel «20 minutos tarde».
A Sergio ya le conozco pero a Arturo es la primera vez que le veo y me parece un poco mas bajito que en la radio. Entramos para no retrasarnos mucho mas ya que tenemos doble sesión, la de la foto del libro y luego la misión de retratar a Arturo. Sergio al entrar opina como yo y quiere quedarse a vivir aquí.
Como lo tengo todo listo, no hace falta mas que meterlos en la cama (Si! en la cama juntos) y liarnos a trabajar. En este punto me salto todo lo referente a la sesión de cama, aunque tiene mucha miga, para terminar de redactar lo que ahora interesa, que es el retrato de Arturo.
Una vez terminada la 1ª sesión, monto aparte un set con fondo negro mientras ellos disfrutan de un refresco en la inmensa terraza, y una vez preparado llamo a Arturo de nuevo que viene raudo y veloz. Esto me gusta porque veo que está con mucha y buena predisposición a dejarse inmortalizar cruelmente por mi cámara.
Ahora mi misión es distraerle hablando y preguntando por asuntos que le despisten y relajen su acelerado cerebro para llevarle a mi terreno. Y eso hago dandole también unas pequeñas indicaciones de lo que quiero conseguir y lo entiende bien, porque muy muy poco después le veo esta cara de pícaro que… CLICK!!
Es tan feo como el monaguilo. Incluso la mitad de feo que yoooooo jajjajaja eres un genio amigo
Magnífico retrato, con una expresión fantástica. Como siempre, tuiteamos, porque merece la pena que la gente se deleita con esa sensibilidad tuya al hacer «click». Un saludo.
Muy buena!!
Gracias Cristina, fiel y amable en tus criticas. Me das energia.
He descubierto hace poco tu blog y todas las fotos me transmiten algo, ¡enhorabuena! ;)
Thankssss