German Coppini

Acabo de enterarme de la triste desaparición de otro de mis ídolos de juventud, German Coppini, a causa de una enfermedad que ya venía haciéndole mella desde hace años.
Me entristece ver como además en los últimos años, varios, muchos, de estos grandes músicos que tantas puertas abrieron con sus iniciativas en los 80, han quedado relegados a un segundo plano, casi olvidados por el gran público y solo presentes en los recuerdos de los que vivimos aquella época, hasta que la fatalidad les devuelve a las portadas.
Tuve la suerte de conocerle y fotografiarle, durante un proyecto inacabado que junto a Patacho, de Glutamato Ye Ye, estuvimos realizando durante apróximadamente un año. Quizás sea el momento de retomar aquella idea y terminarla.
Desde aquí mi reconocimiento, mi admiración y mi tristeza por tu desaparición. Germán.

David Trueba

Multiinstrumentista de las letras y artes escénicas, David es el pequeño de una familia donde varios de los hermanos han tomado el camino de la imagen, creo que con gran acierto todos. A pesar de ser él el mas joven, tiene un extenso e interesante curriculum como director, guionista y como actor. También es periodista, ha publicado varias novelas y colabora diariamente con El Pais, desde hace ya alguna años. Realmente un personaje digno de conocer y retratar para mi galería, y si es posible aprender algo de él.
He quedado en visitarle una mañana de mucho frío en Madrid. Aparco a pocos metros de la casa y cargado solo con la mochila y un reflector toco el telefonillo. Me abre David, tras la puerta del jardin dejo mis primeros bultos y a traves del interfono le explico que vengo solo, por lo que me toca hacer otro viaje al coche para traer todo el equipo.
Entro directamente a un amplio salon, muy luminoso donde creo que  vamos a poder trabajar a gusto.
-Ubicate, Pepe donde quieras.
Hago un rápido reconocimiento del terreno buscando una pared libre que poder utilizar para el fondo y es junto a un gran ventanal, en una esquina del salón. Hay juguetes por el suelo, me encanta ver esos detalles de vida en una casa y me sonrío. David se dá cuenta y me habla de sus peques mientras recoge alguno de los juguetes. Mientras lo hace, me fijo en sus manos, cuidadas y de dedos largos, parecen de un pianista, mas que de un escritor. Intentaré aprovecharlo, pienso para mi.
Así mientras hablamos de sus cosas, voy preparando el escenario y conociendo mas de cerca a la persona «de verdad» que quiero retratar. Me resulta muy cercano cuando habla, con los mismos problemas y anhelos que cualquiera, me habla del esfuerzo y el riesgo que supone cualquier proyecto de autor en estos días. Acaba de presentar su última película. No ha ido mal, pero evidentemente, no son buenos tiempos. Ya lo se, le digo, estamos en diferentes camarotes, pero en el mismo barco.
Sentado ahora en una silla, yo frente a él en otra y detrás de la luz de un flash que le ilumina lateralmente, veo a David cómodo.
Bajo del todo la persiana y empezamos con algunos disparos, de manera muy sutil, muy pocos. Paro y seguimos hablando, sigo dando mas importancia a la conversación que a la cámara, creo que es mas cómodo para los dos. Saco algunas tomas bastante buenas de primerísimo plano, pero cuando se apoya sobre una de sus manos, puedo ver lo que antes aprecié en ellas y como la mirada no ha perdido nada de atención, aprovecho y… ClicK!!
Ahora, me invita a un café en la cocina, que acepto gustosamente.

Miguel-Rellan_foto-pepe-castro

Miguel Rellan

Decía la canción «la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida». Y, si, afortunadamente la vida, de vez en cuando, nos da sorpresas, que nos endulzan el día y dejan buen sabor de boca durante algunos mas. Podría listar ya unos cuantos personajes a los que he conocido en estos últimos años y que han conseguido dejarme este buen sabor. El de hoy, desde luego, es uno de ellos.
Conozco a Miguel, como todos, y quien no? Miguel Rellan el actor, el de tantas películas y series de televisión, con algunos personajes en su haber tan entrañables como el alma en pena de Fiz de Cotovelo en «El Bosque Animado»Magnífico profesional y trabajador incansable, pero conocerle en la corta distancia ha sido una grata sorpresa, porque hay gente que transmite cercanía y aporta sabiduría. Sin pretenderlo, que es lo bueno.
Estoy frente al estadio Santiago Bernabeu esperando a Rosa, una compañera fotógrafa que hoy viene conmigo de ayudante, ya tenia que haber llegado, pero parece se le ha liado la cosa. Llega un poco apurada por su retraso y se disculpa. No pasa nada de nada, le digo, no te preocupes, ademas he quedado con Miguel aquí también en 15 minutos.
No transcurre ni un minuto cuando vemos a Miguel paseando al sol frente al estadio, haciendo tiempo. En cuanto me reconoce sonríe y me saluda, hace un frío que pela, así que no nos entretenemos mas allí. Montamos en el coche en dirección al restaurante donde vamos a comer antes de la sesión fotográfica.  Durante el breve trayecto, nos resume entusiasmado el argumento de la función de teatro que le tiene ocupado con ensayos en estos momentos. Muy interesante, por lo que nos cuenta.
La conversación en la mesa salvo un pequeño lapso para reconocer la carta y decidir que pedimos, es continua. Miguel sigue contándonos muchas, muchas cosas. Demuestra un gran conocimiento de su trabajo, como no, pero también gran curiosidad por el mío. Hablamos de fotografía, me pregunta sobre fotógrafos por conocer  y a su vez me recomienda algunos que yo no conozco y así se nos hace corta la hora y media que estamos en la mesa.
Después de comer, mientras montamos el pequeño set fotográfico, Miguel nos acompaña y curiosea. -Y yo no puedo ayudar? pregunta con interés
Cuando se sienta frente a mi, como ya me ha ocurrido en muchas otras ocasiones, me confiesa algo de temor a la cámara fotográfica, aunque, dice que en este caso está muy tranquilo, conoce mis retratos y entiende perfectamente lo que pretendo en ellos. Aun así, le tranquilizo diciendo que va a ser mucho mas fácil de lo que se piensa y mientras hablo, disparo mi cámara de vez en cuando.
Después de unos cuantos, cambiamos a una posición mas frontal,  entonces se apoya en la mano, su dedo marca unas arrugas que me hacen gracia y veo como todos sus rasgos se conjuran en un simpático, sutil gesto… ClicK!