Alvaro de Luna

Hay algunos nombres que al escucharlos tienen en mi el efecto de una maquina del tiempo. Nombres a los que asocio alguno de los personajes que de niño conseguían que me sentase en el suelo delante del televisor, con los cinco sentidos alerta, para disfrutar de un nuevo episodio de la serie que tocara. Personajes hoy ya de larga trayectoria profesional y a los que cariñosamente enmarco en el capítulo de «mis entrañables».
Ha pasado mucho tiempo desde que Alvaro y sus compañeros, Sancho Gracia y Pepe Sancho, fueran los encargados de encandilarme con las serranas aventuras del bandolero Curro Jimenez. Que vueltas da la vida! quien me iba a decir  que años después otro de los héroes de mi niñez iba a estar un día a mi fotográfica disposición.
Alvaro de Luna me ha invitado a su casa, hoy va a posar para mi. Por el camino voy repasando mentalmente alguna de las escenas de aquella famosa serie y que anoche recordé después de buscar en la caja de Pandora de los vídeos (Youtube). Hay que ver! con la cantidad de retratos que llevo a cuestas y todavía me emociono cuando voy camino de hacer uno nuevo. Parezco un chiquillo… pero no me importa.
LLego a su casa y despues de llamar pego la oreja al telefonillo para oír su timbre de voz… me hace ilusión. Nadie contesta, lo intento de nuevo y tampoco recibo respuesta. Y si se le ha olvidado y no está en casa? Le llamo al móvil y ahora si.
-Si?
-Alvaro? Soy Pepe, estoy llamando a tu puerta, pero no hay nadie.
-Si, si estoy, ya bajo, perdona estaba estudiando en mi despacho y aquí no oigo nada.
Entramos a su salon a traves de la cocina. Un salon cálido y ordenado con algunos objetos que llaman mi atención entre los que destaco una colección de bastones o una pipa artesanal que reposa encima de una mesa de cristal.
-Busca el sitio que quieras Pepe, me dice.
Lo tengo claro, así que pongo a Rafa manos a la obra con el montaje y yo aprovecho unos preciosos minutos, imprescindibles para mi, para charlar con él sentados en el sofá. Allí consigo que me cuente cosas, que se exprese, que sonria, que me mire, en fin voy tomando algunas referencias para mi. Cuando le pregunto por la pipa que tengo delante me cuenta una curiosa historia que forma parte de sus cinematográficas memorias. Demasiado larga para ponerla aquí.
Rafa termina y siento a Alvaro delante de mi para terminar de ajustar la luz. Está muy tranquilo sentado en una mecedora mirandome y esperando mis indicaciones… Me coloco frente a él con mi cámara, encuadro, enfoco…
-Que quieres que haga, Pepe?
Su cara es muy expresiva, tiene mucha fuerza
-Nada, le digo. Ya lo has hecho. Click!

-Makin-of

Almudena Cid

Una de las reflexiones que me hago de vez en cuando es si el éxito de las personas se debe a un talento con el que uno nace o es una cuestión de esfuerzo y sacrificio. Supongo que una mezcla de ambos que en unos casos llevará mas de un ingrediente y en otras mas del otro, pero creo que talento genético es esencial para destacar por encima de los demás. Si! es lo que pienso. El resto aunque nos esforcemos con toda nuestra alma y durante toda una vida no llegaremos nunca, como diría un amigo mío, al nivel uno.
Entre estas personas de nivel uno, están sin lugar a dudas los deportistas de élite. Talento y unas dosis sobrehumanas de esfuerzo son las que Almudena ha empleado para llegar a ser uno de nuestros máximos exponentes deportivos y 4 veces olímpica!! Actualmente retirada de la competición emplea su tiempo y esfuerzo en estudiar arte dramático.
Me ha invitado a su casa para poder hacerle este retrato y allí me presento como siempre cargado con mis enseres de fotógrafo peregrino. Tengo ya ganas de conocerla, llamo al timbre.
Almudena abre la puerta y me invita a pasar con una voz dulce que ya me cautiva. Entramos en un amplio salon elegante, moderno, espacioso y perfecto para montar mi equipo sin tener que molestar demasiado. Christian, su marido, está aquí liado con el portatil repasando algún asunto, pero enseguida se levanta a saludarme y ofrecerme un café capuccino especialidad de la casa, me dice. No puedo negarme, me encanta el café y lo degusto al tiempo que preparo el plató.
Ya tengo todo listo para que Almudena se coloque delante de mi camara. He utilizado para ella una de las sillas del salón que contrasta estupendamente con el fondo negro. Yo delante semiescondido detrás de un flash y con el café humeante a mi lado la observo y termino de ajustar la iluminación. La veo muy cómoda, con mucha soltura y muy sonriente, me encanta su sonrisa, pero tengo claro que no es eso lo que busco. Se mueve delante con aire de niña traviesa y me encanta, aprovecho enfoco y disparo algunas tomas.
Paro un momento y reviso el disparador que me está dando problemas mientras ella me habla con entusiasmo sobre su nuevo proyecto de diseño de pulseras ya apunto de salir a la venta.
Enfoco y disparo algunas veces mas buscando ahora un gesto sereno, buscando esa mirada que tanto me gusta en los retratos… Click!!

-Makin-of

Asuncion Balaguer

Detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer; o era al revés? No lo sé, pero en cualquier caso en esta ocasión el orden de los factores, desde luego, no altera nada el producto.
Asunción ha sido y es una gran mujer, una grandísima intérprete y ha estado sentimentalmente unida a otro de nuestros mas grandes iconos interpretativos, Paco Rabal: Mi Paco, como ella dice.
Yo no he tenido la suerte de llegar a conocerle personalmente, ya me hubiera gustado, ya.
He quedado con Asunción en su casa, en la sierra de Madrid. Hace frío hoy, mucho frío y al llegar incluso veo como unos tímidos copos de nieve se deshacen en el parabrisas de mi coche mientras aparco. Salgo, empiezo a descargar equipo junto a la puerta y llamo al timbre. Espero escuchar algún sonido de respuesta pero en vez de contestar Asuncion, que ya me estaba esperando, sale a recibirme y me invita a pasar.
-Pero mujer, como sales hasta aqui con el frio que hace y sin nada de abrigo?
-Me sonríe, me mira la cabeza y me dice. Pues tu Pepe, deberías ponerte una gorra. Mi Paco siempre llevaba una
-Si la tengo en el coche, pero… anda vamos para adentro y hablamos.
Entramos en la casa directos al salón donde respiro un ambiente que me gusta. Un bonito y viejo piano llama mi atención; era de mi madre me dice, le tengo mucho cariño, pero está desafinado. Lo compruebo, yo no sé tocar salvo unas notas, pero no me suenan…
Mientras Rafa vá preparandome el plató en el sitio que me ha parecido mas oportuno, yo aprovecho para hablar con Asunción y recorrer las paredes revisando algunos premios de reconocimiento a sus carreras. A mi Paco no le gustaba nada tenerlos a la vista, me dice, pero ahora he rescatado unos cuantos y los he puesto por aquí. Los repaso en silencio.
Cuando tengo todo listo se lo hago saber. Ya podemos empezar cuando ella esté lista.
-Estoy bien así, de negro? o me pongo otro suéter? Tengo uno mas clarito que me gusta mucho.
-Si te gusta, pontelo y empezamos.
Cojo una silla para ella y me pongo otra delante para mi, quiero estar cómodo y que ella se sienta igual
Sentada frente a mi sigue contestándome despacio a cualquier cosa que le pregunto, yo disfruto con ello y aprendo, siempre aprendo cosas.
Me mira… está jugando con el collar.
-Espera un momento Asuncion… Y la tengo… CLICK!!!

Makin-Of de la sesion de fotos

Christian Scott

Hay personas en todas las artes que nacen con un don y simplemente lo desarrollan a lo largo de su carrera. Christian es uno de esos genios precoces que la vida de vez en cuando libera, para deleite del resto, de nosotros, los mortales. Uno de los llamados grandes del Jazz
Ya le vi el año pasado en el escenario junto con otro grande, Marcus Miller, pero entonces no tuve la oportunidad de fotografiarle. Este año ha venido de nuevo a España durante el certamen de Jazz Madrid 2012 y esta vez si! Nos han concertado un fotográfico encuentro.
Actua por la tarde en la sala Clamores en el centro de Madrid hacia las 10 de la noche. Nosotros llegamos desde otro asunto, hacia las 8:30. Vamos a intentar dejar montado nuestro equipo y luego cenar algo antes de que llegue Christian.
Me preocupa un poco el montaje porque el camerino de Clamores es bastante pequeño y tampoco quiero molestar demasiado.
No tardo mucho en dejarlo todo medio preparado ocupando lo menos posible y cuando salgo Christian anda ya por aquí, le veo probando algo en el escenario y luego ir hacia el camerino con algo de comida entre las manos. Le abordo antes de que entre y le aviso de que los trastos que hay montados dentro son nuestros. Me responde que OK, sin problema, y que luego seguramente tendremos 5 minutos antes del show. Estupendo. Vamos a cenar por aqui cerca que ya hay ruidillos en el estomago.
Sabemos que el show tardará un poco en empezar, siempre se retrasa por lo menos 30 minutos, Veo de nuevo a Christian por la sala, me despisto un momento para decir algo a mi ayudante y cuando me doy cuenta le tengo a mi lado sonriente. Tenemos esos 5 minutos ahora, me dice. Estupendo! vamos allá.
En el camerino, casi no cabemos, tengo que retirar una mesa y dejar espacio suficiente para un flash y una silla frente a mi. Christian juguetea con un par de trompetas mientras mira como me afano por encajar todo en tan poco espacio. Bromeamos con este asunto chapurreando yo un pésimo ingles, pego mi espalda contra la pared contraria y encuentro el espacio justo.
Entre el poco espacio, el calor del flash y mi afan por mimetizarme con la pared, el sudor empieza a caer por mi frente. Encuadro a Christian entre los dos instrumentos, entonces el cambia su actitud y me mira fijamente. Es justo lo que busco… Click.